sábado, 9 de julio de 2016

Francisco envió una carta por los 200 años

Llamó a trabajar por la "patria grande" y pidió especialmente por los enfermos y los que sufren
LA NACION
Sábado 09 de julio de 2016
37
26
ROMA.- En vísperas del Bicentenario de la Independencia, el papa Francisco le envió ayer una carta al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, a través de la cual saludó a los demás obispos, a las autoridades nacionales y al pueblo argentino.
En la misiva, Francisco auspició que la celebración "nos haga más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya 200 años" y expresó a todos los argentinos su cercanía. Pidió también que Dios cuide a la patria grande, "la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones".
El ex arzobispo de Buenos Aires mencionó su cercanía especial a los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. "Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la patria", indicó. "Sí, hijos de la patria", insistió.
Al destacar la importancia del amor a la madre patria, Francisco recordó que "los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: «éste es capaz hasta de vender a la madre». Pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la madre no se la vende, no se la puede vender y tampoco a la madre patria", agregó.
Acto seguido, relacionó el Bicentenario con el concepto de "patria grande", por él muy querido. "Celebramos doscientos años de camino de una patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la patria grande, la que soñaron San Martín y Bolívar", escribió.
"Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa patria grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones", exhortó el Papa.
Francisco subrayó, finalmente, la importancia tanto de los ancianos, como de los jóvenes, para el futuro del país. "Con estos doscientos años de respaldo se nos pide seguir caminando, mirar hacia adelante. Para lograrlo pienso -de manera especial- en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino", afirmó.
"A los ancianos, los "memoriosos" de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta "cultura del descarte" que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños , fuente de inspiración", indicó.
"A los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo. Estoy convencido de que nuestra patria necesita hacer viva la profecía de Joel. Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía", concluyó.

Los "hijos más llagados"

El Papa se mostró "cerca de los que más sufren"y dijo que "son los hijos más llagados de la patria". La carta fue enviada al presidente del Episcopado, monseñor Arancedo, en vísperas del Bicentenario

No hay comentarios:

Publicar un comentario