miércoles, 29 de junio de 2016

El Santo Padre indica que Jesús le da las llaves a Pedro para que abra las puertas del cielo y no para cerrarlas como hacen los hipócritas o los fariseos


Imagen de bronce de San Pedro en el Vaticano
Imagen de bronce de San Pedro en el Vaticano, con paramentos papales

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha celebrado este miércoles en la Basílica de San Pedro la misa con motivo de la festividad de los santos apóstoles Pedro y Pablo y ha bendecido los palios que serán entregados a los nuevos obispos metropolitanos.
En su homilía el papa Francisco señala las llaves que Jesús promete a san Pedro, “para que pueda abrir la entrada al Reino de los cielos, y no cerrarlo a la gente, como hacían algunos escribas y fariseos hipócritas a los que Jesús reprende”.


Y señala que la oración aparece como la principal vía de salida incluso para la comunidad, que corre el peligro  de encerrarse en sí misma debido a la persecución y al miedo. Poque la oración permite transitar de un estado de cierre hacia la apertura.

El Papa Francisco reza por las víctimas del reciente atentado en Estambul

Papa Francisco en Turquia - EPA
21/03/2016 10:14

(RV).- El Papa Francisco expresó sus condolencias al pueblo turco por las víctimas del reciente atentado en Estambul a través de un telegrama dirigido al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
En el telegrama firmado por el Secretario de Estado vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, el Papa expresó su solidaridad y su cercanía con los heridos y con las familias de las víctimas.
"Su Santidad Papa Francisco está afligido por las muertes causadas por el atentado en Estambul… y expresa en sus oraciones su solidaridad a todos los afectados por esta tragedia. Su Santidad le solicita que les transmita su cercanía espiritual así como también al personal que está asistiendo a los heridos”.
Al finalizar el Papa Francisco encomienda “las almas de aquellos que han muerto a Dios” e “invoca la fuerza y la paz divina sobre los que sufren y sobre toda la nación".

(Radio Vaticano – Mercedes De La Torre).


martes, 28 de junio de 2016

El Papa Francisco: Benedicto XVI ha hecho y hace teología de rodillas


El Papa emérito Benedicto XVI con el Papa Francisco en el Vaticano - L'Osservatore Romano
28/06/2016 10:46

(RV).- Con ocasión del 65º aniversario sacerdotal del Papa emérito, el 29 de junio de 1951, este martes se presentó en el Vaticano el libro “Enseñar y aprender el amor de Dios” que recoge textos de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI sobre el sacerdocio.
Se trata del primer volumen de una colección de libros de Benedicto XVI sobre el sacerdocio del cual el Papa Francisco escribió el prefacio. La presentación se llevó a cabo durante la ceremonia en la Sala Clementina por el 65° aniversario de sacerdocio de Benedicto XVI y en la que participó el Papa Francisco.
En el prefacio del libro, el Papa Francisco escribió:
 “Cuando leo las obras de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI me resulta cada vez más claro que él ha hecho y hace ‘teología de rodillas’: de rodillas porque, antes incluso que ser un grandísimo teólogo y maestro de la fe, se ve que es un hombre que cree verdaderamente, que ora verdaderamente; se ve que es un hombre que personifica la santidad, un hombre de paz, un hombre de Dios”.


Por este motivo, Francisco explicó que Joseph Ratzinger “encarna ejemplarmente el corazón de toda la acción sacerdotal: ese profundo enraizamiento en Dios sin el cual toda la capacidad organizativa posible y toda la presunta superioridad intelectual, todo el dinero y el poder resultan inútiles; él encarna esa constante relación con el Señor Jesús sin la cual nada es ya verdadero, todo se convierte en rutina, los sacerdotes en asalariados, los obispos en burócratas y la Iglesia deja de ser la Iglesia de Cristo y se convierte en un producto nuestro, una ONG a fin de cuentas superflua”.
Además, el Papa Francisco aseguró sobre Benedicto XVI que “leyendo este volumen, se ve claramente como él mismo, en sesenta y cinco años de sacerdocio que hoy celebramos, ha vivido y vive, ha testimoniado y testimonia ejemplarmente esta esencia del actuar sacerdotal”.


Asimismo, el Papa Bergoglio afirmó que “Benedicto XVI nos sigue testimoniando, quizás ahora, sobre todo, desde el Monasterio Mater Ecclesiae, en el que se ha retirado, de un modo todavía más luminoso, el ‘factor decisivo’, ese íntimo núcleo del ministerio sacerdotal que los diáconos, los sacerdotes y los obispos nunca deben olvidar, a saber, que el primer y el más importante servicio no es la gestión de los ‘asuntos corrientes’, sino rezar por los demás, sin interrupción, con alma y cuerpo, precisamente como lo hace hoy el Papa emérito… La oración, nos dice en este libro y nos testimonia Benedicto XVI, es el factor decisivo: es una intercesión de la que tienen más necesidad que nunca tanto la Iglesia como el mundo —y tanto más en este momento de verdadero y propio cambio de época—; tienen necesidad de ella como del pan, más que del pan”.


Por último, Francisco se dirige a los sacerdotes y les dijo: “¡Queridos hermanos! Yo me permito decir que si alguno de ustedes tuviera en algún momento dudas sobre el centro del propio ministerio, sobre su sentido, sobre su utilidad, si en algún momento le vinieran dudas sobre lo que los hombres esperan verdaderamente de nosotros, medite profundamente las páginas que se nos ofrecen en este libro, porque los hombres esperan de nosotros sobre todo lo que en este libro encontraréis escrito y testimoniado: que les llevemos a Jesucristo y que les conduzcamos a Él, al agua fresca y viva, de la que tienen sed más que de cualquier otra cosa, el agua que solo Él puede regalarnos y que ningún sucedáneo podrá nunca remplazar; que les conduzcamos a realizar ese sueño más íntimo que tienen y que ningún poder podrá nunca prometerles ver cumplido”.
(Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).

lunes, 27 de junio de 2016

Su Santidad Francisco y Su Santidad Karekin II firman la Declaración conjunta en la Santa Etchmiadzin, República de Armenia - OSS_ROM 27/06/2016 14:22






27/06/2016 14:22
Como cristianos impulsar ecumenismo,  paz y justicia en el mundo

(RV).- «Hoy, en la Santa Etchmiadzin, centro espiritual de todos los armenios, nosotros, Papa Francisco y el Catholicós de todos los Armenios Karekin II, elevamos nuestras mentes y nuestros corazones en acción de gracias al Todopoderoso por la continua y creciente cercanía en la fe y el amor entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica, en su testimonio común del mensaje del Evangelio de la salvación, en un mundo desgarrado por la guerra y deseoso de consuelo y esperanza. Así empieza la Declaración Conjunta que firmaron ambos, culminado el viaje apostólico del Obispo de Roma.


 
Entre los temas destacados: el ecumenismo de la sangre; la paz y justicia que millones de personas en el mundo; el inaceptable fundamentalismo que justifica el odio. Paz también para Nagorno-Karabaj, abrir el corazón  y solidaridad activa para con las víctimas de guerras, del terrorismo, los refugiados y sus familias.
Recordando con «inmensa tristeza», la «inmensa tragedia en Oriente Medio y en otras partes del mundo», con un gran número de víctimas inocentes, asesinadas, desplazadas o forzadas al exilio, debido a conflicto por motivos étnicos, económicos, políticos y religiosos, el documento, señala que «los mártires pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento es un "ecumenismo de la sangre" que trasciende las divisiones históricas entre los cristianos, y que nos llama a promover la unidad visible de los discípulos de Cristo»


 
Imploran a «los responsables de las naciones que escuchen la súplica de millones de seres humanos que desean la paz y la justicia en el mundo, que exigen respeto a sus derechos dados por Dios, que tienen urgente necesidad de pan, no de armas. Por desgracia, también asistimos a una presentación de la religión y de los valores religiosos en modo fundamentalista, que se utiliza para justificar la propagación del odio, la discriminación y la violencia. La justificación de este tipo de crímenes sirviéndose de motivaciones religiosas es inaceptable, porque "Dios no es autor de confusión, sino de paz" (I Corintios 14,33)».
«Precisamente porque somos cristianos, estamos llamados a buscar y a promover caminos hacia la reconciliación y la paz; y en este sentido, manifestamos también nuestra esperanza en una solución pacífica de los problemas que afectan a Nagorno-Karabaj».


 
Tras señalar que «la secularización de amplios sectores de la sociedad, su alienación de lo espiritual y de lo divino, conducen inevitablemente a una visión desacralizada y materialista del hombre y de la familia humana» el Papa Francisco y Karekin II escriben: «en este sentido, nos preocupa la crisis de la familia en muchos países. La Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica comparten la misma visión sobre la familia, fundada en el matrimonio, acto de amor gratuito y fiel entre un hombre y una mujer».


 
Ambos asimismo, con alegría confirman «que, a pesar de las continuas divisiones entre los cristianos, reconocemos con más claridad que lo que nos une es mucho más de lo que nos divide. Éste es el sólido fundamento sobre el que la unidad de la Iglesia de Cristo se manifestará, según las palabras del Señor, "que todos sean uno” (Jn 17,21)».
(CdM – RV)

domingo, 26 de junio de 2016

Papa Francisco participa en la Divina Liturgia en la catedral armenio apostólica

Papa Francisco y el Catholicos Karekim II - AP
26/06/2016 09:40

(RV).- “Que el Espíritu Santo haga de los creyentes un solo corazón y una sola alma; que venga a refundarnos en la unidad”, lo dijo el Papa Francisco en su saludo durante la Divina Liturgia celebrada el último domingo de junio, en la Plaza de San Tiridate de Echmiadzin, sede del catholicós de Armenia. “Que la Iglesia Armenia camine en paz y la comunión entre nosotros sea plena”, exhortó.


El Obispo de Roma comenzó su discurso agradeciendo al Señor por esta visita que ha sido “inolvidable” y que tanto había “deseado tanto”. Así mismo agradeció a Karekin II por haberle abierto las puertas de su casa estos días. “Nos hemos encontrado, nos hemos abrazado fraternalmente, hemos rezado juntos y compartido los dones, las esperanzas y las preocupaciones de la Iglesia de Cristo, cuyo corazón oímos latir al unísono, y en la que creemos y sentimos como una”.


Una emocionante y solemne ceremonia, en la que el Papa Francisco pidió que “tengamos el oído abierto a las jóvenes generaciones, que anhelan un futuro libre de las divisiones del pasado”. Y en este contexto exhortó a que se difunda de nuevo una luz radiante, la de la fe, una la luz del amor que perdona y reconcilia.
Finalmente Papa Francisco pidió a Karekin II, patriarca Supremo y catholicós de todos los armenios, que bendijera –en nombre de Dios- a él, a toda la Iglesia Católica y a la andadura hacia la unidad plena.
(MZ-RV)

sábado, 25 de junio de 2016

El Papa Francisco en la Misa en Gyumri, Armenia


 



305








305
El Papa lee la homilía en la Misa. Foto: Captura Youtube
El Papa lee la homilía en la Misa. Foto: Captura Youtube
 
Gyumri, 25 Jun. 16 / 03:06 am (ACI).- El Papa Francisco celebró esta mañana en Armenia una Misa en la Plaza Vartanants en la ciudad de Gyumri, hasta donde llegó en avión.

“Nos vendrá bien dejar que el encuentro con la ternura del Señor ilumine el corazón de alegría: una alegría más fuerte que la tristeza, una alegría que resiste incluso ante el dolor, transformándose en paz”, dijo en la homilía.

viernes, 24 de junio de 2016

Papa a las Autoridades armenias: “es vital aislar a quien usa la religión para llevar a cabo la guerra"

El Papa y el Presidente de Armenia en el Palacio Presidencial de Ereván - ANSA
24/06/2016 16:24

(RV).- Papa Francisco comenzó su discurso ante las Autoridades Políticas, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático de Armenia en el Palacio Presidencial de Ereván, destacando “la profundidad de la historia del país y la belleza de su naturaleza”. Después de saludar al Presidente de Armenia, Serj Sarkissian y de agradecerle su invitación al país caucásico, añadió que ésta era la ocasión para devolver la visita que ya hicieron las autoridades armenias el año pasado a Roma, cuando se celebró en la Basílica de San Pedro la misa por el centenario del Metz Yeghèrn, el “Gran Mal”, de 1915. “Aquella tragedia, por desgracia, inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse como objetivo la aniquilación de poblaciones enteras”, aseguró el Santo Padre.
Y en este sentido, la persecución cristiana que se ha vivido a los largo de la historia del mundo y que se sufre todavía activamente en muchos países, fue una parte importante del discurso del Papa Francisco. “Es indispensable que los responsables del destino de las naciones pongan en marcha, con valor y sin demora, iniciativas dirigidas a poner fin a este sufrimiento, y que tengan como objetivo primario la búsqueda de la paz, la defensa y la acogida de los que son objeto de ataques y persecuciones, la promoción de la justicia y de un desarrollo sostenible”.
Armenia ha sufrido a lo largo de su historia esta situación en primera persona y ahora ayuda activamente a los miles de ciudadanos sirios que han huido de su país por la guerra. Es por eso que el Obispo de Roma valora su actitud ante esta realidad, “animo a que no dejen de ofrecer su valiosa colaboración a la comunidad internacional”. Y aseguró que es “vital” que todos los que todos los que confiesan su fe en Dios unan sus fuerzas para “aislar a quien usa la religión para llevar a cabo proyectos de guerra, de opresión y de persecución violenta”.
Finalmente Papa Francisco recordó que la Iglesia Católica a pesar de estar presente en el país con recursos “humanos limitados”, contribuye en la ayuda dirigida a los más débiles tanto en el campo sanitario,  educativo y en la caridad, “como lo demuestra el trabajo realizado desde hace veinticinco años el hospital «Redemptoris Mater», en Ashotzk, las actividades del Instituto educativo a Ereván, las iniciativas de Cáritas Armenia y las obras gestionadas por las Congregaciones religiosas”.
(MZ-RV)
Discurso del Papa:

miércoles, 22 de junio de 2016

Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco hizo a los fieles una confesión personal: la oración que reza todas las noches antes de irse a dormir, para pedir a Dios su misericordia y que lo purifique, tal como hizo con el leproso del Evangelio.


VATICANO, 22 Jun. 16 / 01:16 pm (ACI/EWTN Noticias).-
Durante su reflexión, el Pontífice explicó que el leproso clamó a Jesús: “Señor, si quieres, puedes purificarme”, es decir, “no pide solamente ser curado, sino ser ‘purificado’”, ser sanado integralmente, en el cuerpo y en el corazón.
“La súplica del leproso muestra que cuando nos presentamos a Jesús no es necesario hacer largos discursos. Bastan pocas palabras, con tal que sean acompañadas de la plena confianza en su omnipotencia y en su bondad”, afirmó el Papa.


Francisco, que invitó a abandonarse a la infinita misericordia de Dios, compartió entonces con los fieles parte de su vida personal.
“También yo les haré una confesión personal. En la noche, antes de ir a la cama, yo rezo esta breve oración: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’. Y rezo cinco ‘Padre Nuestros’, uno por cada llaga de Jesús, porque Jesús nos ha purificado con sus llagas”.
“Pero si esto lo hago yo –aseguró el Papa–, pueden hacerlo también ustedes, en su casa, y decir: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’ y pensar en las llagas de Jesús y decir un ‘Padre Nuestro’ por cada una. Y Jesús nos escucha siempre”.


Antes de culminar su catequesis, Francisco invitó a hacer siempre una reflexión personal. “Pensemos en nosotros, en nuestras miserias”, y así, todas las noches “ponerse de rodillas delante de Dios y orar: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’. Y háganlo, háganlo antes de ir a la cama, todas las noches”.




















domingo, 19 de junio de 2016

Congreso Eucarístico Nacional

 Imagen para el resultado de noticias
(La Gaceta)Cientos de miles de fieles, religiosos y laicos consagrados, se despidieron hoy de Tucumán en la misa de clausura del XI Congreso Eucarístico de Tucumán, que fue presidida por el enviado papal, cardenal Giovanni Battista Re, en el hipódromo. En la celebración estuvieron presentes también el presidente, Mauricio Macri; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca.
Re, en su sermón, recordó que “la Eucaristía es el gran motor de la vida cristiana” y aseguró que “ella es un aliciente para reconstruir el tejido cristiano de la sociedad y punto de partida para la tan deseada nueva evangelización”. 
Antes de comenzar la misa, mientras los fieles entonaban el himno del Congreso Eucarístico, a cuyo canto se sumó Michetti, llegaron en procesión imágenes religiosas de las advocaciones a la Virgen que se veneran en el noroeste argentino, además de Nuestra Señora de Luján, patrona nacional.
Ante la multitud de fieles,el purpurado italiano saludó a las autoridades “en nombre del papa Francisco” y deseó “todo bien a cuantos viven en esta amada nación, de profundas raíces cristianas y fuertemente encaminada, con esperanza, hacia el futuro”.
Luego,el presidente de la Nación, Mauricio Macri, saludó a los presentes y llamó a vencer la corrupción y la pobreza con una oración:

“Jesucristo, señor de la historia, te necesitamos: para incluir a todos y vencer todas las formas de pobreza, para erradicar la corrupción en todas sus manifestaciones, para proteger la vida desde su concepción hasta la muerte, para cuidar la naturaleza de nuestra causa común, para convivir en paz con todos los pueblos de la tierra. Todo te lo pedimos confiando en la intersección de la Virgen tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña desde siempre en Tucumán”, fueron algunas de las declaraciones del Presidente en el altar.
Y finalizó agradeciendo a los tucumanos por la hospitalidad, uniéndolos en el grito de “viva la patria, viva el amor”.

Congreso Eucarístico Nacional

viernes, 17 de junio de 2016

La Conferencia Episcopal Argentina publicó la Oración y material del “Congreso Eucarístico Nacional. Tucumán 2016”.

Resultado de imagen para figura de exposición del santísimo sacramento


Oración del Congreso Eucarístico Nacional Tucumán 2016
Jesucristo, Señor de la historia te necesitamos. Tú eres el Pan de Vida para nuestro pueblo peregrino.
Concientes de tu presencia real en el Santísimo Sacramento te alabamos y adoramos,
te celebramos y proclamamos, te recibimos y compartimos.
En el bicentenario de la independencia de nuestra Patria agradecemos tu presencia constante en nuestra historia,
pedimos tu gracia para forjar el presente guiados por tu Evangelio.
Ponemos en tus manos nuestro futuro con esperanza y compromiso.
Con la alegría que nos da tu Palabra salimos al encuentro de todos los argentinos, sin excluir a nadie,
para gestar juntos una cultura del encuentro en la Patria, siendo auténticos discípulos misioneros.
Con nuestra Madre, la Virgen María, y unidos a los santos que son nuestros modelos
nos ponemos en camino dejándonos conducir por la Providencia del Padre
y animados por el fuego del Espíritu Santo.
Amén. MATERIAL PARA BAJAR
Fuente: CEA

miércoles, 15 de junio de 2016

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO 16 DE MARZO DE 2016

Queridos hermanos y hermanas
El Profeta Jeremías se dirige a los israelitas que habían sido deportados y les anuncia el regreso a su tierra. Esta vuelta en patria es signo del amor infinito de Dios que no abandona a sus hijos, sino que los cuida y los salva. El exilio fue una experiencia muy dura para el pueblo de Israel e hizo que su fe vacilase. También nosotros podemos vivir a veces algún tipo de exilio, como la soledad, el sufrimiento, la muerte, que nos hace pensar que estamos abandonados de Dios. Nos podemos preguntar: ¿Dónde está Dios? El Profeta Jeremías nos da una respuesta: Dios está cerca de nosotros, es fiel y hace grandes obras de salvación en aquellos que esperan en él. Dios ama con un amor sin límites, que ni el pecado puede frenar, y hace que el corazón del hombre se llene de alegría y consolación. Jesús ha llevado a plenitud el anuncio del profeta. Su pasión, muerte y resurrección es la expresión definitiva y más plena del amor misericordioso de Dios, que nos devuelve del exilio, nos conforta en las adversidades y nos concede alegría, paz y vida eterna.
Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Hermanos y hermanas, los animo a no desfallecer ante las dificultades y a confiar siempre en la fidelidad de Dios. Él, con su misericordia, los consolará y les hará plenamente felices. Muchas gracias.

Fuente:http://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2016/documents/papa-francesco_20160316_udienza-generale.html

lunes, 13 de junio de 2016

El Papa agradece el trabajo “escondido” de todos los que luchan contra el hambre

13/06/2016 - 04:42 am .- Durante su visita a la sede del Programa Mundial de Alimentos en la mañana del lunes en Roma, el Papa Francisco mantuvo también un breve encuentro con los trabajadores del mismo, a quienes animó a continuar trabajando para erradicar el hambre en el mundo  .ACIPRENSA

Homilía del Papa Francisco en el Jubileo de los Enfermos y discapacitados









Foto referencial. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
Foto referencial. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 12 Jun. 16 / 04:11 am (ACI).-
«Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi» (Ga 2,19). El apóstol Pablo usa palabras muy fuertes para expresar el misterio de la vida cristiana: todo se resume en el dinamismo pascual de muerte y resurrección, que se nos da en el bautismo. En efecto, con la inmersión en el agua es como si cada uno hubiese sido muerto y sepultado con Cristo (cf. Rm 6,3-4), mientras que, el salir de ella manifiesta la vida nueva en el Espíritu Santo. Esta condición de volver a nacer implica a toda la existencia y en todos sus aspectos: también la enfermedad, el sufrimiento y la muerte esta contenidas en Cristo, y encuentran en él su sentido definitivo.


 Hoy, en el día jubilar dedicado a todos los que llevan en sí las señales de la enfermedad y de la discapacidad, esta Palabra de vida encuentra una particular resonancia en nuestra asamblea. En realidad, todos, tarde o temprano, estamos llamados a enfrentarnos, y a veces a combatir, con la fragilidad y la enfermedad nuestra y la de los demás.
Y esta experiencia tan típica y dramáticamente humana asume una gran variedad de rostros. En cualquier caso, ella nos plantea de manera aguda y urgente la pregunta por el sentido de la existencia. En nuestro animo se puede dar incluso una actitud cínica, como si todo se pudiera resolver soportando o contando sólo con las propias fuerzas. Otras veces, por el contrario, se pone toda la confianza en los descubrimientos de la ciencia, pensando que ciertamente en alguna parte del mundo existe una medicina capaz de curar la enfermedad. Lamentablemente no es así, e incluso aunque esta medicina se encontrase no sería accesible a todos.


La naturaleza humana, herida por el pecado, lleva inscrita en sí la realidad del limite. Conocemos la objeción que, sobre todo en estos tiempos, se plantea ante una existencia marcada por grandes limitaciones físicas. Se considera que una persona enferma o discapacitada no puede ser feliz, porque es incapaz de realizar el estilo de vida impuesto por la cultura del placer y de la diversión. En esta época en la que el cuidado del cuerpo se ha convertido en un mito de masas y por tanto en un negocio, lo que es imperfecto debe ser ocultado, porque va en contra de la felicidad y de la tranquilidad de los privilegiados y pone en crisis el modelo imperante. Es mejor tener a estas personas separadas, en algún «recinto» -tal ves dorado- o en las «reservas» del pietismo y del asistencialismo, para que no obstaculicen el ritmo de un falso bienestar.


 En algunos casos, incluso, se considera que es mejor deshacerse cuanto antes, porque son una carga económica insostenible en tiempos de crisis. Pero, en realidad, con qué falsedad vive el hombre de hoy al cerrar los ojos ante la enfermedad y la discapacidad. No comprende el verdadero sentido de la vida, que incluye también la aceptación del sufrimiento y de la limitación. El mundo no será mejor cuando este compuesto solamente por personas aparentemente «perfectas», sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo. Qué ciertas son las palabras del apóstol: «Lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios» (1 Co 1,27).


También el Evangelio de este domingo (Lc 7,36-8,3) nos presenta una situación de debilidad particular. La mujer pecadora es juzgada y marginada, mientras Jesús la acoge y la defiende: «Porque tiene mucho amor» (v. 47). Es esta la conclusión de Jesús, atento al sufrimiento y al llanto de aquella persona. Su ternura es signo del amor que Dios reserva para los que sufren y son excluidos. No existe sólo el sufrimiento físico; hoy, una de las patologías más frecuentes son las que afectan al espíritu. Es un sufrimiento que afecta al animo y hace que esté triste porque está privado de amor. Cuando se experimenta la desilusión o la traición en las relaciones importantes, entonces descubrimos nuestra vulnerabilidad, debilidad y desprotección. La tentación de replegarse sobre sí mismo llega a ser muy fuerte, y se puede hasta perder la oportunidad de la vida: amar a pesar de todo.
La felicidad que cada uno desea, por otra parte, puede tener muchos rostros, pero sólo puede alcanzarse si somos capaces de amar. Es siempre una cuestión de amor, no hay otro camino. El verdadero desafío es el de amar más. Cuantas personas discapacitadas y que sufren se abren de nuevo a la vida apenas sienten que son amadas.


Y cuanto amor puede brotar de un corazón aunque sea sólo a causa de una sonrisa. En tal caso la fragilidad misma puede convertirse en alivio y apoyo en nuestra soledad. Jesús, en su pasión, nos ha amado hasta el final (cf. Jn 13,1); en la cruz ha revelado el Amor que se da sin limites. ¿Qué podemos reprochar a Dios por nuestras enfermedades y sufrimiento que no este ya impreso en el rostro de su Hijo crucificado? A su dolor físico se agrega la afrenta, la marginación y la compasión, mientras él responde con la misericordia que a todos acoge y perdona: «Por sus heridas fuimos sanados» (Is 53,5; 1 P 2,24). Jesús es el médico que cura con la medicina del amor, porque toma sobre sí nuestro sufrimiento y lo redime. Nosotros sabemos que Dios comprende nuestra enfermedad, porque él mismo la ha experimentado en primera persona (cf. Hb 4,5).


El modo en que vivimos la enfermedad y la discapacidad es signo del amor que estamos dispuestos a ofrecer. El modo en que afrontamos el sufrimiento y la limitación es el criterio de nuestra libertad de dar sentido a las experiencias de la vida, aun cuando nos parezcan absurdas e inmerecidas. No nos dejemos turbar, por tanto, de estás tribulaciones (cf. 1 Tm 3,3). Sepamos que en la debilidad podemos ser fuertes (cf. 2 o 12,10), y recibiremos la gracia de completar lo que falta en nosotros al sufrimiento de Cristo, en favor de la Iglesia, su cuerpo (cf. Col 1,24); un cuerpo que, a imagen de aquel del Señor resucitado, conserva las heridas, signo del duro combate, pero son heridas transfiguradas para siempre por el amor.

sábado, 11 de junio de 2016

“Investiguen con humildad y fraternidad, el agua es esencial”, el Papa a los estudiantes del Observatorio Vaticano

11/06/2016 11:37

Discurso del Papa Francisco a los participantes en la 15° Escuela de verano de Astronomía organizado por el Observatorio Vaticano. - AFP
Texto y audio completo del discurso del Papa Francisco

¡Queridos amigos!
Estoy contento de recibirlos a ustedes, profesores y alumnos del Curso de verano organizado por los Padres jesuitas del Observatorio Vaticano. La cualificada participación de personas provenientes de diversos países y de diferentes culturas es un signo de cómo la diversidad puede enriquecer también el trabajo de investigación en ámbito científico. Agradezco al padre Paul Mueller, Vice Director del Observatorio, como también a los profesores que están disponibles para acompañarlos a ustedes, jóvenes astrónomos, en la compleja y maravillosa actividad de indagar el universo, don incomparable del Creador.


 Mi reconocimiento va también a cuantos, con su generosidad, han contribuido a hacer posible esta escuela internacional.
El Papa León XIII fundó el Observatorio Vaticano en 1891, exactamente hace 125 años, también para confirmar cuánto la Iglesia fuera amiga de la «verdadera y sólida ciencia, sea humana que divina» (Motu propio Ut mysticam, 14 marzo 1891). En todos estos años, ésta  Institución científica se ha esforzado por realizar las finalidades por las cuales ha sido querida, avalándose de nuevos instrumentos, como también del diálogo y de la confrontación con los demás centros de investigación.


El hecho de que se han reunido para ésta escuela de verano muestra que el deseo de comprender el universo, creado por Dios, y nuestro lugar en él, es común a hombres y mujeres que viven en contextos culturales y religiosos diferentes. Todos nosotros vivimos bajo el mismo cielo; y todos somos movidos por la belleza que se revela en el cosmos y se refleja también en nuestros estudios sobre los cuerpos y las sustancias celestes. Estamos así unidos por el deseo de descubrir la verdad de cómo actúa este maravilloso universo, acercándonos siempre más a su Creador.


Por esto, es verdaderamente bueno y providencial que ésta décimo quinta escuela de verano se ocupe del estudio del agua en el sistema solar y más allá. Todos sabemos cuánto sea esencial el agua aquí en la tierra: para la vida, para nosotros los seres humanos, para el trabajo… Desde los pequeños copos de nieve a las grandes cascadas, desde los lagos y los ríos a los inmensos océanos, el agua nos fascina con su potencia y al mismo tiempo con su humildad. Las grandes civilizaciones tuvieron inicio a lo largo de los ríos, y también hoy el acceso al agua pura es un problema de justicia para el género humano, ricos y pobres.


Queridos hermanos y hermanas, el trabajo del científico requiere gran empeño, que puede ser extenso y fatigoso. Todavía esto puede y debería ser una fuente de alegría. Les deseo saber cultivar en ustedes esta alegría, que anima su trabajo científico, y que es la razón por el cual no pueden dejar de lado el compartirla con sus amigos, sus familias, sus naciones, como también con la comunidad internacional de los científicos con los cuales trabajan. Les deseo experimentar siempre la alegría de la investigación y del compartir los frutos, con humildad y fraternidad. Con este deseo, invoco sobre ustedes y sobre su actividad la bendición del Señor. Y les pido por favor de rezar por mí.
(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)

viernes, 10 de junio de 2016

Homilía del Papa: Jesús enseña un sano realismo





El Santo Padre Francisco celebra la Misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta - OSS_ROM

(RV).- Querer “esto o nada” no es católico, es “herético”. Fue la admonición de Francisco en su homilía de la Misa de la mañana celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, que estuvo centrada en el “sano realismo” que el Señor ha enseñado a sus discípulos. El Papa se refirió al mal que los hombres de Iglesia causan al pueblo de Dios cuando hacen lo contrario de lo que dicen. Y exhortó a liberarse de un idealismo rígido que no nos permite reconciliaros entre nosotros.
“Su justicia debe superar a la de los escribas y fariseos”. El Papa Francisco se inspiró en esta exhortación de Jesús, según el Evangelio del día, para detenerse en la importancia del realismo cristiano. El Pontífice afirmó que el pueblo estaba “un poco disperso” porque “los que enseñaban la ley no eran coherentes” en su “testimonio de vida”. Por tanto, Jesús pide que se supere esto de “ir hacia arriba”.
Insultar al hermano es como dar una bofetada a su alma
“Esto – dijo el Papa – hace bien oírlo en este tiempo, en el que estamos tan acostumbrados a calificativos y tenemos un vocabulario tan creativo para insultar a los demás”. Y esto “es pecado” – dijo el Santo Padre –, “es matar, porque es dar una bofetada al alma del hermano”, a su “dignidad”. Y con amarga ironía – añadió – frecuentemente decimos tantas malas palabas, “con mucha caridad, pero se las decimos a los demás”.
El Obispo de Roma reafirmó que un hombre de Iglesia que hace lo contrario de lo que dice Jesús escandaliza, y añadió que a “este pueblo desorientado” le pide que mire “hacia arriba” y vaya “adelante”. Si bien no dejó de destacar cuánto mal hace al pueblo el contra-testimonio de los cristianos:
“Cuántas veces nosotros en la Iglesia escuchamos estas cosas: ¡cuántas veces! ‘Pero, aquel sacerdote, aquel hombre, aquella mujer de la Acción Católica, aquel obispo, aquel Papa, nos dicen: ‘¡Deben hacer así!’, y él hace lo contrario. Ese es el escándalo que hiere al pueblo y no deja que el pueblo de Dios crezca, que vaya adelante. No libera. También este pueblo había visto la rigidez de estos escribas y fariseos e incluso cuando venía un profeta que les daba a ellos un poco de alegría lo perseguían y hasta lo amenazaban: no había lugar para los profetas allí. Y Jesús dice a los fariseos: ‘Ustedes han matado a los profetas, han perseguido a los profetas: aquellos que traían el aire nuevo’”.
Seguir el sano realismo de la Iglesia, no a idealismos ni rigidez
“La generosidad, la santidad”, que nos pide Jesús, “es salir pero siempre, siempre hacia arriba. Salir hacia arriba”. Esta – dijo el Santo Padre – es la “liberación” de la “rigidez de la ley y también de los idealismos que no nos hacen bien”. Jesús – comentó el Papa – “nos conoce bien”, “conoce nuestra naturaleza”. Nos exhorta, por tanto, a ponernos de acuerdo cuando tenemos un contraste con el otro. “Jesús  – prosiguió – nos enseña también un sano realismo”. “Tantas veces  – añadió – no se puede llevar a la perfección, pero al menos hagan lo que puedan, pónganse de acuerdo”:
“Este sano realismo de la Iglesia católica: la Iglesia católica jamás enseña ‘o esto, o esto’. Eso no es católico. La Iglesia dice: ‘Esto y esto’. ‘Haz lo perfecto: reconcíliate con tu hermano. No insultarlo. Ámalo. Pero si hay algún problema, al menos ponte de acuerdo, para que no estalle la guerra’. Este sano realismo del catolicismo. No es católico ‘o esto, o nada’: eso no es católico. Eso es herético. Jesús siempre sabe caminar con nosotros, nos da el ideal, nos acompaña hacia el ideal, nos libera de este enjaularse de la rigidez de la ley y nos dice: ‘Pero, hagan hasta el punto que puedan hacer’. Y él nos entiende bien. Este es nuestro Señor, esto es lo que nos enseña a nosotros”.
Reconciliarse entre nosotros, es la “santidad pequeñita” del negociado
El Señor también nos pide que no seamos hipócritas, que no vayamos a alabar a Dios con la misma lengua con la que se insulta al hermano. “Hagan lo que puedan”, añadió, “es la exhortación de Jesús”, “al menos eviten la guerra entre ustedes, pónganse de acuerdo”:
“Y me permito decirles esta palabra que parece un poco extraña: es la santidad pequeñita de la negociación. ‘Pero, no puedo todo, pero quiero hacer todo, me pongo de acuerdo contigo, al menos no nos insultamos, no hacemos la guerra y vivamos todos en paz’. ¡Jesús es grande! Nos libera de todas nuestras miserias. Incluso de aquel idealismo que no es católico. Pidamos al Señor que nos enseñe, primero, a salir de toda rigidez, pero salir hacia arriba, para poder adorar y alabar a Dios; que nos enseñe a reconciliarnos entre nosotros; y también que nos enseñe a ponernos de acuerdo hasta el punto de que nosotros podamos hacerlo”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).

El Papa Francisco eleva a «Fiesta» la celebración de Santa María Magdalena

El Papa Francisco eleva a «Fiesta» la celebración de Santa María Magdalena.
10/06/2016 14:27

(RV).- Por expreso deseo del Papa Francisco, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado un nuevo decreto, con fecha 3 de junio de 2016, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, por medio del cual, la actual memoria de Santa María Magdalena, es elevada al grado de fiesta en el Calendario Romano General.
En dicho Decreto se indica que el día de la celebración seguirá siendo el 22 de julio, excepto en los lugares en los que, por concesión particular, ya se celebra otro día o con otro grado. Además, se presenta la versión latina del Prefacio, de cuya traducción se ocuparán las Conferencias Episcopales.
En un Artículo publicado en L’Osservatore Romano, titulado «Apostolorum Apostola», Mons. Arthur Roche, Arzobispo Secretario de la Congregación para el Culto Divino, señala que la decisión se inscribe en el actual contexto eclesial que pide reflexionar más profundamente sobre la dignidad de la mujer, la nueva evangelización y la grandeza de la misericordia divina.
El Papa Francisco, resalta Mons. Roche, ha tomado esta decisión en el Jubileo de la Misericordia para resaltar la relevancia de esta mujer que mostró un gran amor por Cristo y Cristo por ella. María de Magdala es la primera en ver el sepulcro abierto y la primera en escuchar la verdad de la Resurrección del Señor.
Finalmente, señala el Arzobispo Secretario, «es justo que la celebración litúrgica de esta mujer tenga el mismo grado de fiesta dado a la celebración de los apóstoles en el Calendario Romano General y que resalte la especial misión de esta mujer, que es ejemplo y modelo para toda mujer en la Iglesia».

miércoles, 8 de junio de 2016

Catequesis del Papa: Caná; el primer signo de la Misericordia


El Papa Francisco celebra la audiencia general del segundo miércoles de junio en la Plaza de San Pedro. - AFP
08/06/2016 10:10

(RV).- También el segundo miércoles de junio miles de fieles y peregrinos de numerosos países se dieron cita en la Plaza de San Pedro para participar en la tradicional audiencia semanal del Papa Francisco, durante la cual el Obispo de Roma prosiguió con su serie de catequesis sobre la Misericordia en el Nuevo Testamento.
En esta ocasión, el Santo Padre se refirió al primero de los milagros de Jesús,  es decir el que realizó durante las Bodas de Caná en Galilea.  Y al destacar que el Evangelista Juan llama a estos milagros “signos”, el Pontífice explicó que el Señor no los hizo para suscitar maravilla, sino para revelar el amor del Padre.


Hablando en italiano el Obispo de Roma explicó que el Evangelista relata el primero de estos signos prodigiosos que representan una especie de “portal de ingreso”, en el que están esculpidas las palabras y las expresiones que iluminan el entero misterio de Cristo y abren el corazón de los discípulos a la fe.
De las palabras de María a los siervos, “hagan lo que Él les diga”, Francisco afirmó que son las últimas que mencionan los Evangelios porque representan la herencia que nos ha dejado a todos nosotros.  Verdaderamente en estas Bodas – dijo el Santo Padre – se estipula una Nueva Alianza con toda la Iglesia a la que se le encomienda una nueva misión, a saber, hacer todo lo que nos diga el Señor.


Porque servir al Señor – prosiguió diciendo el Papa – significa escuchar y poner en práctica su Palabra. Es como la recomendación, sencilla pero esencial, de la Madre de Jesús y es el programa de vida del cristiano. En efecto, para cada uno de nosotros, tomar del ánfora equivale a confiar en la Palabra de Dios para experimentar su eficacia en nuestra vida.
Por último, el Papa Francisco explicó que la conclusión de este relato evangélico suena como una sentencia: “Este, en Caná de Galilea, fue el inicio de los signos que Jesús realizó; Él manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él” (v. 11).


De modo que las Bodas de Caná son mucho más que el simple relato del primer milagro de Jesús.
Aquí el Maestro custodia el secreto de su persona y la finalidad de su venida: el esperado Esposo da inicio así a las bodas que se cumplen en el Misterio pascual, mientras los discípulos se convierten en su familia y nace la fe de la Iglesia.
(María Fernanda Bernasconi - RV).