miércoles, 28 de septiembre de 2022

DISERNIMIENTO ESPIRITUAL

 Papa Francisco en la Audiencia General, 28-9-2022: La oración es indispensable para el discernimiento espiritual, nos da intimidad con el Señor y poder reconocer su voluntad

domingo, 25 de septiembre de 2022

 

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VISITA PASTORAL A MATERA
PARA LA CLAUSURA DEL 27 CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS

Estadio municipal "XXI Settembre", Matera
Domingo, 25 de septiembre de 2022

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Al final de esta Celebración, quiero daros las gracias a todos los que habéis participado en representación del Pueblo santo de Dios que está en Italia. Y le estoy agradecido al cardenal Zuppi que se ha hecho su portavoz. Felicito a la comunidad diocesana de Matera-Irsina por el esfuerzo organizativo y de acogida; y agradezco a todos los que han colaborado en este Congreso Eucarístico.

Ahora, antes de concluir, nos dirigimos a la Virgen María, Mujer eucarística. A Ella le encomendamos el camino de la Iglesia en Italia, para que en cada comunidad se sienta el perfume de Cristo Pan vivo bajado del Cielo. Hoy me atrevería a pedir por Italia: más nacimientos, más hijos. E invocamos su materna intercesión para las necesidades más urgentes del mundo.

Pienso, en particular, en Myanmar. Desde hace más de dos años ese noble país se ha visto azotado por graves enfrentamientos armados y violencias, que han causado muchas víctimas y desplazados. Esta semana escuché el grito de dolor por la muerte de niños en una escuela bombardeada. Se ve que hoy en el mundo está de moda bombardear las escuelas. ¡Que el grito de estos pequeños no caiga en el olvido! ¡Estas tragedias no tienen que suceder!

Que María, Reina de la Paz, consuele al martirizado pueblo ucraniano y obtenga para los líderes de las naciones la fuerza de voluntad para encontrar inmediatamente iniciativas eficaces que conduzcan al fin de la guerra.

Me sumo al llamamiento de los obispos de Camerún por la liberación de algunas personas secuestradas en la diócesis de Mamfe, entre ellas cinco sacerdotes y una monja. Ruego por ellos y por la población de la provincia eclesiástica de Bamenda: que el Señor conceda la paz a los corazones y a la vida social de ese querido país.

Hoy, en este domingo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, sobre el tema "Construir el futuro con los migrantes y refugiados". Renovemos nuestro compromiso de construir el futuro según el proyecto de Dios: un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; donde los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata puedan vivir en paz y con dignidad. Porque el Reino de Dios se realiza con ellos, sin excluidos. Es también gracias a estos hermanos y hermanas que las comunidades pueden crecer a nivel social, económico, cultural y espiritual; y compartir las diferentes tradiciones enriquece al Pueblo de Dios. ¡Comprometámonos todos a construir un futuro más inclusivo y fraterno! Los migrantes deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados.



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miércoles, 21 de septiembre de 2022

Viaje apostólico a Kazajistán

 

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PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 21 de septiembre de 2022

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Viaje apostólico a Kazajistán

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

La semana pasada, desde el martes hasta el jueves, estuve en Kazajistán, amplísimo país de Asia central, con ocasión del séptimo Congreso de los Líderes de las religiones mundiales y tradicionales. Renuevo al señor presidente de la República, y a las otras autoridades de Kazajistán mi gratitud por la cordial acogida que me ha sido reservada y por el generoso empeño profuso en la organización. Así también doy las gracias de corazón a los obispos y a todos los colaboradores por el gran trabajo que han hecho, y sobre todo por la alegría que me han dado por poder encontrarles y verlos a todos juntos.

Como decía, el motivo principal del viaje fue participar en el Congreso de los Líderes de las religiones mundiales y tradicionales. Esta iniciativa la llevan adelante desde hace veinte años las autoridades del país, que se presenta al mundo como lugar de encuentro y de diálogo, en este caso a nivel religioso, y, por tanto, como protagonista en la promoción de la paz y de la fraternidad humana. Ha sido la séptima edición de este congreso: un país que tiene 30 años de independencia, ha hecho ya 7 ediciones de estos congresos, uno cada tres años. Esto significa poner las religiones en el centro del compromiso para la construcción de un mundo en el que nos escuchamos y nos respetamos en la diversidad. Y esto no es relativismo, no: es escuchar y respetar. Y esto hay que reconocérselo al gobierno kazajo que, tras haberse liberado del yugo del régimen ateo, propone ahora un camino de civilización, condenando claramente fundamentalismos y extremismos. Es una posición equilibrada y de unidad.

El Congreso discutió y aprobó la Declaración final, que va en continuidad con la que se firmó en Abu Dabi en febrero de 2019 sobre la fraternidad humana. Me gusta interpretar este paso adelante como fruto de un camino que parte de lejos: pienso naturalmente en el histórico Encuentro interreligioso por la paz convocado por san Juan Pablo II en Asís en 1986, tan criticado por la gente que no tenía clarividencia; pienso en la mirada clarividente de san Juan XXIII y san Pablo VI; y también a la de grandes almas de otras religiones —me limito a recordar a Mahatma Gandhi—. ¿Pero cómo no recordar a tantos mártires, hombres y mujeres de todas las edades, lenguas y naciones, que han pagado con la vida la fidelidad al Dios de la paz y de la fraternidad? Lo sabemos: los momentos solemnes son importantes, pero después es el esfuerzo cotidiano, es el testimonio concreto lo que construye un mundo mejor para todos.

Además del Congreso, este viaje me ha permitido encontrar a las autoridades de Kazajistán y a la Iglesia que vive en esa tierra.

Después de visitar al señor presidente de la República —a quien agradezco una vez más su amabilidad—, nos dirigimos a la nueva Sala de Conciertos, donde pude hablar a los gobernantes, a los representantes de la sociedad civil y al cuerpo diplomático. Destaqué la vocación de Kazajistán de ser país del encuentro: en él, de hecho, conviven cerca de ciento cincuenta grupos étnicos y se hablan más de ochenta lenguas. Esta vocación, que se debe a sus características geográficas y a su historia, —esta vocación de ser país de encuentro, de cultura, de lenguas— fue acogida y abrazada como un camino que merece ser animado y sostenido. Como también deseé que pueda proseguir la construcción de una democracia cada vez más madura, capaz de responder efectivamente a las exigencias de toda la sociedad. Es una tarea ardua, que requiere tiempo, pero ya es necesario reconocer que Kazajistán ha hecho elecciones muy positivas, como la de decir “no” a las armas nucleares y la de buenas políticas energéticas y ambientales. Esto ha sido valiente. En un momento de esta trágica guerra, donde algunos piensan en las armas nucleares – una locura – este país ya desde el principio dice “no” a las armas nucleares.  

En lo que se refiere a la Iglesia, me ha alegrado mucho encontrar una comunidad de personas contentas, alegres, con entusiasmo. Los católicos son pocos en ese vasto país. Pero esta condición, si es vivida con fe, puede llevar frutos evangélicos: sobre todo la bienaventuranza de la pequeñez, del ser levadura, sal y luz contando únicamente con el Señor y no con alguna forma de relevancia humana. Además, la escasez numérica invita a desarrollar las relaciones con los cristianos de otras confesiones, y también la fraternidad con todos. Por tanto, pequeño rebaño, sí, pero abierto, no cerrado, no defensivo, abierto y confiado en la acción del Espíritu Santo, que sopla libremente donde y como quiere. Hemos recordado también esa parte gris, los mártires: los mártires de ese Pueblo santo de Dios —porque ha sufrido decenios de opresión atea, hasta la liberación hace 30 años— hombres y mujeres que han sufrido tanto por la fe a lo largo del periodo de la persecución. Asesinados, torturados, encarcelados por la fe.

Con este pequeño pero alegre rebaño celebramos la Eucaristía, en Nursultán, en la plaza de la Expo 2017, rodeada de arquitecturas muy modernas. Era la fiesta de la Santa Cruz. Y esto nos hace reflexionar. En un mundo en el cual progreso y retroceso se cruzan, la Cruz de Cristo sigue siendo el ancla de salvación: signo de la esperanza que no decepciona porque está fundada en el amor de Dios, misericordioso y fiel. A Él va nuestro agradecimiento por este viaje, y nuestra oración para que sea rico de frutos para el futuro de Kazajistán y para la vida de la Iglesia peregrina en esa tierra. Gracias.

 


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que están en la Plaza. El lema del Viaje apostólico a Kazajistán fue «Mensajeros de la paz y la unidad». Que Cristo resucitado nos conceda la gracia de ser portadores de su paz y constructores de unidad en cada uno de nuestros ambientes. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.


 
LLAMAMIENTOS

 

Hoy, se celebra la Jornada Mundial del Alzheimer, una enfermedad que afecta a muchas personas las cuales, a causa de esta patología, a menudo son colocadas en los márgenes de la sociedad. Recemos por los enfermos de Alzheimer, por sus familias y por aquellos que les cuidan amorosamente, para que cada vez sean más sostenidos y ayudados. También asocio en oración a los hombres y mujeres hemodializados diálisis y trasplante, aquí reunidos con una representación.

* * *

Y también quisiera señalar la terrible situación de la martirizada Ucrania. El cardenal Krajewski está allí por cuarta vez. Ayer me llamó por teléfono, está dedicando su tiempo allí, ayudando en la zona de Odessa, ofreciendo mucha cercanía. Me ha hablado del dolor de este pueblo, las acciones salvajes, las monstruosidades, los cadáveres torturados que encuentran. Unámonos a este pueblo tan noble y mártir.

 


Resumen leído por el Santo Padre en español

Queridos hermanos y hermanas:

La semana pasada, del 13 al 15 de septiembre, estuve en Kazajistán. El motivo principal de este viaje fue participar en el Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Allí se discutió y aprobó la Declaración final, como un paso más en la promoción de la paz y la fraternidad humana. Esos momentos de encuentro son importantes, pero no olvidemos que también el esfuerzo y el testimonio cotidiano de cada uno hacen posible construir un mundo mejor para todos.

Además de participar en el Congreso, pude encontrarme con las autoridades de Kazajistán —a quienes agradezco su acogida cordial— y con la Iglesia que vive en esas tierras. Allí los católicos son pocos, pero ese “pequeño rebaño” es una comunidad de personas alegres y entusiastas, abierta a las relaciones con los cristianos de otras confesiones y a la fraternidad con todos. Con ellos celebré la Misa el día de la Santa Cruz, la cual es signo de la esperanza que no defrauda porque está fundada en el amor de Dios, misericordioso y fiel.

 



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domingo, 18 de septiembre de 2022

 

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PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro
Domingo, 18 de septiembre de 2022

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¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

La parábola que el Evangelio de la Liturgia de hoy nos presenta (cf. Lc 16,1-13), parece un poco difícil de comprender. Jesús cuenta una historia de corrupción: un administrador deshonesto, que roba y después, cuando es descubierto por su amo, actúa con astucia para salir de esa situación. Nos preguntamos: ¿en qué consiste esta astucia —es un corrupto el que la usa—, y qué quiere decirnos Jesús?

En la historia vemos que este administrador corrupto termina con problemas porque se ha aprovechado de los bienes de su amo; ahora tendrá que rendir cuentas y perderá su trabajo. Pero él no se da por vencido, no se resigna a su destino y no se hace la víctima; al contrario, actúa en seguida con astucia, busca una solución, es ingenioso. Jesús se inspira en esta historia para lanzarnos una primera provocación: «Los hijos de este mundo —dice— son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz» (v. 8). Sucede que, quien se mueve en las tinieblas, según ciertos criterios mundanos, sabe salir adelante incluso en medio de los problemas, sabe ser más astuto que los otros; en cambio, los discípulos de Jesús, es decir, nosotros, a veces estamos dormidos, o somos ingenuos, no sabemos tomar la iniciativa para buscar salidas en las dificultades (cf. Evangelii gaudium, 24). Por ejemplo, pienso en los momentos de crisis personal, social, pero también eclesial: a veces nos dejamos vencer por el desánimo, o caemos en la queja y en el victimismo. En cambio —dice Jesús— se podría también ser astutos según el Evangelio, estar despiertos y atentos para discernir la realidad, ser creativos para buscar soluciones buenas, para nosotros y para los demás.

Pero también hay otra enseñanza que Jesús nos ofrece. De hecho, ¿en qué consiste la astucia del administrador? Él decide hacer un descuento a los que están en deuda, y así se hace amigo de ellos, esperando que puedan ayudarle cuando el amo lo despida. Antes acumulaba las riquezas para sí mismo, ahora las usa para hacerse amigos que puedan ayudarle en el futuro. Haciendo lo mismo, robar. Y Jesús, entonces, nos ofrece una enseñanza sobre el uso de los bienes: «Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas» (v. 9). Para heredar la vida eterna no es necesario acumular los bienes de este mundo, lo que cuenta es la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas. Esta es la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo solo para vosotros mismos y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, para crear relaciones buenas, para actuar en la caridad, para promover la fraternidad y ejercer el cuidado hacia los más débiles.

Hermanos y hermanas, también en el mundo de hoy hay historias de corrupción como la del Evangelio; conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las decisiones de los individuos y de las instituciones, y tantas otras situaciones oscuras. Pero a los cristianos no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes. Al contrario, estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo —no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor— no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social. Esto es muy importante: generar amistad social con nuestra actitud.

Pidamos a María Santísima que nos ayude a ser como ella, pobres en espíritu y ricos de caridad recíproca.


 

Después del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas!

Doy gracias a Dios por el viaje que pude realizar los días pasados en Kazajistán, con ocasión del séptimo Congreso de los Líderes de las Religiones mundiales y tradicionales. Me propongo hablar de ello en la audiencia general del próximo miércoles.

Estoy afligido por los recientes combates entre Azerbaiyán y Armenia. Expreso mi cercanía espiritual a las familias de las víctimas, y exhorto a las partes a respetar el alto el fuego, en vista de un acuerdo de paz. No lo olvidemos: ¡la paz es posible cuando callan las armas e inicia el diálogo! Y sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano y por la paz en cada tierra ensangrentada por la guerra.

Deseo asegurar mi oración por las poblaciones de Las Marcas, golpeadas por una violenta inundación. Rezo por los difuntos y por sus familiares, por los heridos y por quien ha sufrido graves daños. ¡El Señor dé fuerza a esas comunidades!

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de diferentes países. En particular, saludo a las Religiosas de María Inmaculada de varias comunidades en África, América Latina, Asia y Europa; como también a los fieles de Sevilla y el grupo Secular Nuestra Señora del Cenáculo.

Saludo al grupo de Caturano, diócesis de Capua; a los jóvenes de Confirmación de Gazzaniga (Bérgamo) y a los de Soliera (Módena); a los miembros de la comunidad “Hijos en Cielo”, a las Pro Loco del Lacio y al grupo de médicos veterinarios de la provincia de Verona, con sus familiares. Saludo también a los jóvenes de “Economy of Francesco”, que hoy están aquí en la plaza: ¡siempre adelante! Nos veremos pronto en Asís.

Un pensamiento especial dirijo a los pobres y a los voluntarios de la “Casa de Zaqueo”, de Mesagne: que el Señor os bendiga y la Virgen os custodie.

Os deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!



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jueves, 15 de septiembre de 2022

 

  • 15 DE SEPTIEMBRE, 2022
  • NURSULTÁN (KAZAJISTÁN) (AICA)
"Abandonar toda retórica agresiva y detener los conflictos en todos los rincones de la tierra", es el compromiso central que los líderes de las religiones dirigen al mundo.
Doná a AICA.org

El Séptimo Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales concluyó este jueves 15 de septiembre en el Palacio de la Independencia de Nursultán en Kazajistán, con la lectura de una Declaración final bajo el signo de la unidad y el diálogo.

El documento, de 35 artículos, está dirigido a las autoridades, líderes políticos y figuras religiosas de todo el mundo, a las organizaciones regionales e internacionales, a las organizaciones de la sociedad civil, entre otras instituciones, y se distribuirá como documento oficial en la 77ª sesión de la Asamblea General de la ONU. 

En la sección inicial de la Declaración, los participantes del Congreso afirman, entre otras cuestiones, la importancia de los valores compartidos en el desarrollo espiritual y social de la humanidad, reconocen la necesidad de combatir toda forma de discriminación, respetan la riqueza de la diversidad religiosa y cultural, condenan “en los términos más enérgicos” el extremismo, el radicalismo y el terrorismo “que conducen a la persecución religiosa y el menoscabo de la vida y la dignidad humanas”.

Acogen con satisfacción todas las iniciativas, en particular los esfuerzos de los líderes religiosos para promover el diálogo interreligioso e intercultural y reafirman la labor del Congreso “como plataforma internacional de diálogo interreligioso para representantes de muchas religiones, confesiones y credos” y una oportunidad para “tomar nuevas medidas específicas para ampliar el diálogo interconfesional, interreligioso e intercivilizacional”.

Los puntos sobresalientes de la declaración
En un mundo herido por la guerra en Ucrania y otras guerras aún en curso, que solo siembran muerte y destrucción, los líderes religiosos expresan su convicción de que “el desencadenamiento de cualquier conflicto militar, creando focos de tensión y enfrentamiento, provoca reacciones en cadena que perjudican las relaciones internacionales”. 

En este contexto, los firmantes creen que “el extremismo, el radicalismo y todas las demás formas de violencia y guerras, sean cuales sean sus objetivos, no tienen nada que ver con la verdadera religión y deben ser rechazados con la mayor firmeza”.

Los representantes de los múltiples credos exhortan a los líderes mundiales a abandonar toda la retórica agresiva y destructiva “que conduce a la desestabilización del mundo, y para que cesen los conflictos y el derramamiento de sangre en todos los rincones de nuestro mundo”.

En contraposición con la sangre injustamente derramada en tantas partes, observan que “el pluralismo y las diferencias de religión, color de piel, género, raza y lengua son expresiones de la sabiduría de la voluntad de Dios en la creación”. Por tanto, “es inaceptable cualquier incidente de coerción a una religión y doctrina religiosa en particular”.

La declaración reconoce la importancia y valor del Documento sobre la “Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común”, firmado el 4 de febrero de 2019 por el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib, durante el viaje apostólico del Santo Padre a los Emiratos Árabes Unidos. Se trata de un documento que, como recuerda la declaración, hace un llamado a la paz, el diálogo, la comprensión mutua y el respeto entre los creyentes para el bien común. En esta línea, “constatamos el impacto positivo del diálogo entre los líderes de las religiones mundiales y tradicionales para los procesos sociopolíticos en los Estados y sociedades, contribuyendo a la preservación de la paz”.

A su vez, los firmantes invitan “a todas las personas de fe y buena voluntad para que se unan en estos tiempos difíciles y contribuyan a garantizar la armonía y la seguridad en nuestro hogar común: el planeta Tierra”.

Además de agradecer al gobierno por “la excelente organización del Congreso, y al pueblo kazajo su cordialidad y hospitalidad”, confirman el interés colectivo en continuar las actividades del Congreso y la intención de convocar la próxima entrega en 2025 en Nursultán, capital de la nación centroasiática.

“Que nuestras aspiraciones sean bendecidas y que la paz y la prosperidad se concedan a todos los pueblos y países”, finaliza la declaración.+

miércoles, 14 de septiembre de 2022

 

Francisco: La paz nunca se consigue de una vez por todas, se conquista cada día

  • 14 DE SEPTIEMBRE, 2022
  • NURSULTÁN (KAZAJISTÁN) (AICA)
Homilía del Santo Padre en la misa presidida hoy en la Plaza de la Exposición de la capital de KazajistánFrancisco: La paz nunca se consigue de una vez por todas, se conquista cada día
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“Desde la Cruz de Cristo aprendemos el amor, no el odio; aprendemos la compasión, no la indiferencia; aprendemos el perdón, no la venganza. Los brazos extendidos de Jesús son el tierno abrazo con el que Dios quiere acogernos. Y nos muestran la fraternidad que estamos llamados a vivir entre nosotros y con todos”, expresó el papa Francisco este miércoles 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz, en la homilía de la misa que presidió, ante miles de fieles, en la Plaza de la Exposición de Nursultán, en el marco de su visita a Kazajistán.

En el día que la Iglesia celebra la Exaltación de la Santa Cruz, el pontífice centró su homilía reflexionando sobre la Cruz del Señor. 

Ante los fieles presentes, el Santo Padre señaló que “sobre ese leño Jesús ha tomado sobre sí nuestro pecado y el mal del mundo, y los venció con su amor”. 

Francisco aseguró que la Primera Lectura “nos llama a mirar con detenimiento los momentos de nuestra historia personal y comunitaria en los que ha decaído la confianza, en el Señor y entre nosotros”. “Cuántas veces, desalentados e intolerantes, nos hemos marchitado en nuestros desiertos, perdiendo de vista la meta del camino”, lamentó. 

Según explicó el Papa, estos son “los momentos de cansancio y de prueba, en los que ya no tenemos fuerzas para levantar la mirada hacia Dios”. 

“Son las situaciones de la vida personal, eclesial y social en las que nos muerde la serpiente de la desconfianza, que inyecta en nosotros los venenos de la desilusión y del desaliento, del pesimismo y de la resignación, encerrándonos en nuestro ‘yo’, apagando nuestro entusiasmo”, explicó.

Ante estas situaciones, el Papa defendió que “nos hace bien custodiar el recuerdo de todo lo que se ha sufrido; no hay que eliminar de la memoria ciertas oscuridades, pues de otro modo se puede creer que son agua pasada y que el camino del bien está encauzado para siempre”.

“No, la paz nunca se consigue de una vez por todas, se conquista cada día, del mismo modo que la convivencia entre las etnias y las tradiciones religiosas, el desarrollo integral y la justicia social”, afirmó el santo Padre.

Asimismo, señaló que “es necesario un renovado acto de fe en el Señor; mirar hacia lo alto, mirarlo a Él, y aprender de su amor universal y crucificado”.

Ante las “serpientes que muerden” presentes en la primera lectura, el papa Francisco explicó que Jesús, “elevado sobre el mástil de la cruz, no permite que las serpientes venenosas que nos acechan nos conduzcan a la muerte”. 

“Ante nuestras bajezas, Dios nos da una nueva estatura; si tenemos la mirada puesta en Jesús, las mordeduras del mal no pueden ya dominarnos, porque Él, en la Cruz, ha tomado sobre sí el veneno del pecado y de la muerte, y ha derrotado su poder destructivo”, afirmó.

Además, explicó que “esto es lo que ha hecho el Padre ante la difusión del mal en el mundo; nos ha dado a Jesús, que se ha hecho cercano a nosotros como nunca habríamos podido imaginar” y “esta es la infinita grandeza de la divina misericordia”.

domingo, 11 de septiembre de 2022

Papa Francisco: DIOS NO SE QUEDA "TRANQUILO" SI NOS ALEJAMOS DE ÉL.

 

Antes de rezar el Ángelus dominical, el Papa Francisco  se refirió a las tres parábolas de la misericordia, para recordar que "el Señor no calcula la pérdida y los riesgos”, sino que “tiene un corazón de padre y madre, y sufre al echar de menos a sus hijos amados”

Vatican News

Puntualmente a mediodía el Santo Padre se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para saludar a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro que deseaban rezar con él el Ángelus dominical, escuchar su comentario al Evangelio y recibir su bendición apostólica. Francisco, tras saldarlos, comenzó recordando que el Evangelio de la liturgia de hoy nos presenta las “tres parábolas de la misericordia”.

“De hecho, los protagonistas de las parábolas, que representan a Dios, son un pastor que busca a la oveja perdida, una mujer que encuentra la moneda perdida y el padre del hijo pródigo”

Tras explicar que Jesús las relata en respuesta a las murmuraciones de los fariseos y de los escribas, el Santo Padre añadió que “Jesús, al acoger a los pecadores y comer con ellos, nos revela que Dios es justamente así: no excluye a nadie, desea que todos estén en su banquete, porque ama a todos como a hijos”. De manera que:

“Las tres parábolas, pues, resumen el corazón del Evangelio: Dios es Padre y viene a buscarnos cada vez que nos hemos extraviado”

El Obispo de Roma invitó a detenernos en el aspecto común a esos tres protagonistas, que podríamos definir así: “la inquietud por aquello que les hace falta”. En efecto, “los tres, en el fondo, si hicieran un poco de cálculos, podrían estar tranquilos: al pastor le falta una oveja, pero tiene otras noventa y nueve; a la mujer le falta una moneda, pero tiene otras nueve; e incluso el Padre tiene otro hijo, que es obediente, al cual dedicarse”.

“En cambio, en sus corazones hay inquietud por aquello que les falta: la oveja, la moneda, el hijo que se ha ido. El que ama se preocupa por lo que echa de menos, siente nostalgia por el que está ausente, busca al que está perdido, espera al que se ha alejado. Porque quiere que nadie se pierda”

Así es Dios

Por todo esto el Santo Padre dijo que “así es Dios” y “no se queda tranquilo si nos alejamos de Él”, sino que “se aflige, se estremece en lo más íntimo y se pone a buscarnos, hasta que nos vuelve a tener en sus brazos”. Además:

“El Señor no calcula la pérdida y los riesgos, tiene un corazón de padre y madre, y sufre al echar de menos a sus hijos amados. Sí, Dios sufre por nuestra lejanía, y cuando nos perdemos, espera nuestro regreso”

“Dios nos espera siempre con los brazos abiertos”

El Pontífice reafirmó “Dios nos espera siempre con los brazos abiertos, sea cual sea la situación de la vida en la que nos hayamos perdido. Como dice un salmo, Él no duerme, siempre vela por nosotros”.

De ahí su invitación a mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos si ¿imitamos al Señor en esto, si tenemos la inquietud por lo que nos falta, o si sentimos nostalgia por quien está ausente, o alejado de la vida cristiana? En otras palabras:

“¿Realmente echamos de menos a quien falta en nuestra comunidad? ¿O estamos cómodos entre nosotros, tranquilos y dichosos en nuestros grupos, sin tener compasión por quien está lejos?”

En efecto, el Papa añadió que no se trata sólo de estar abiertos a los demás, sino a seguir el Evangelio. Por eso debemos reflexionar “sobre nuestras relaciones”:

“¿Rezo por quien no cree, por el que está lejos? ¿Atraemos a los alejados por medio del estilo de Dios, que es la cercanía, la compasión y la ternura?”

El Padre – dijo Francisco antes de rezar a la antífona mariana – nos “pide que estemos atentos a los hijos que más echa de menos”. “Preocupémonos – concluyó – por responder estas preguntas y recemos a la Virgen, la madre que no se cansa de buscarnos y de cuidar de nosotros, sus hijos.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

EL DISCERNIMENTO

 

Francisco: Para tomar buenas decisiones, hay que escuchar el propio corazón

En la Audiencia General de este miércoles 7 de septiembre, el Santo Padre impartió su segunda catequesis en el ciclo dedicado al discernimiento, que comenzó el pasado 31 de agosto.

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Bajo una soleada mañana de verano en Roma, este miércoles 7 de septiembre la Audiencia General volvió a la Plaza de San Pedro, en la  que se vivió un clima de fiesta, con la alegre presencia de numerosos fieles y peregrinos de distintas partes del mundo. 

Francisco pronunció su segunda catequesis en la serie sobre el discernimiento, inspirándose en el ejemplo de San Ignacio de Loyola, cuando, en un "episodio decisivo de su vida", Ignacio se encuentra en casa convaleciente, después de haber sido herido en batalla en una pierna. Para liberarse del aburrimiento pide leer algo. "A él, dice el Papa, le encantaban los cuentos de caballería, pero lamentablemente en casa había solo vidas de santos".

Y agrega: "Un poco a regañadientes se adapta, pero durante la lectura comienza a descubrir otro mundo, un mundo que lmbién el mundo caballeresco sigue ejerciendo su fascinación sobre él. Y así siente dentro de sí esta alternancia de pensamientos, los caballerescos y los de santos, que parecen ser equivalentes". 

 o conquista y parece competir con el de los caballeros. Se queda fascinado por las figuras de San Francisco y de Santo Domingo y siente el deseo de imitarles. Pero ta.


La experiencia de San Ignacio

El Obispo de Roma se detiene en un fragmento de la autobiografía de San Ignacio, quien escribe:

“Pensando en aquello del mundo -y en las cosas caballerescas, se entiende-, se deleitaba mucho; mas cuando después de cansado lo dejaba, hallábase seco y descontento; y cuando en ir a Jerusalén descalzo, y en no comer sino yerbas, y en hacer todos los demás rigores que veía haber hecho los santos; no solamente se consolaba cuando estaba en los tales pensamientos, mas aun después de dejando, quedaba contento y alegre, un rastro de alegría dejó aquello (n. 8).”

Dos aspectos de la historia de Ignacio

Francisco desglosa dos rasgos de la experiencia de Ignacio: el primero, el tiempo. Marca un contrapunto entre los pensamientos del mundo, que al principio son atractivos, pero después pierden brillo y dejan vacío, descontento, mientras que los de Dios suscitan al inicio una cierta resistencia, pero cuando se les acoge, trae una paz desconocida, que perdura. 

El segundo elemento es el punto de llegada de los pensamientos: "Al principio, la situación no parece tan clara. Hay un desarrollo del discernimiento: entendemos qué es el bien para nosotros no de forma abstracta, general, sino en el recorrido de nuestra vida".

En las reglas para el discernimiento, fruto de esta experiencia fundamental, Ignacio pone una premisa importante, que ayuda a comprender tal proceso: «En las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, acostumbra comúnmente el enemigo proponerles placeres aparentes, haciéndoles imaginar deleites y placeres de los sentidos, para conservarlos y hacerlos crecer más en sus vicios y pecados; en dichas personas el buen espíritu actúa de modo contrario, punzándoles y remordiéndoles la conciencia por el juicio recto de la razón» (Ejercicios Espirituales, 314). 

El discernimiento no es una especie de oráculo o fatalismo

El Obispo de Roma puntualiza que "hay una historia que precede al que discierne, una historia que es indispensable conocer, porque el discernimiento no es una especie de oráculo o fatalismo o una cosa de laboratorio, ¡no!, como echar la suerte con dos posibilidades".

"Las grandes preguntas surgen cuando ya hemos hecho un tramo en la vida, y es a ese tramo al que debemos volver para entender lo que buscamos. Si en la vida vamos un poco por ahí, ahí: "¿Pero por qué estoy caminando en esta dirección, qué estoy buscando?", y ahí se produce el discernimiento".

Francisco insiste, como lo ha hecho en reiteradas ocasiones, que para saber qué pasa, qué decisión tomar, para juzgar una situación, hay que escuchar el propio corazón. Recuerda que "escuchamos la televisión, la radio, el teléfono móvil, somos maestros de la escucha, pero te pregunto: '¿Sabes escuchar tu propio corazón? ¿Te paras y dices: 'Pero cómo está mi corazón'? ¿Está satisfecho, está triste, busca algo?".

Dios trabaja en los eventos no programados y en los contratiempos 

Hacia el final de la catequesis, el Santo Padre recuerda la importancia de desarrollar la capacidad de discernir qué nos dice Dios a través de los imprevistos: "Se supone que iba a salir a caminar y tengo un problema en el pie, no puedo... Contratiempo, ¿qué te dice Dios? ¿Qué te dice la vida allí?".

domingo, 4 de septiembre de 2022