sábado, 27 de febrero de 2016

El papa Francisco recibió al presidente argentino


El Papa y Mauricio Macri se conocen ya que Francisco era arzobispo de Buenos Aires cuando el ahora presidente era alcalde de la capital argentina.
 27 de febrero de 2016.
REUTERS/Claudio Onorati/poolP 
El nuevo presidente de Argentina Mauricio Macri tuvo su primer encuentro como mandatario con el Sumo Pontífice este sábado en el Vaticano. Una reunión de tono muy formal durante la cual abordaron temas como pobreza y narcotráfico.

miércoles, 24 de febrero de 2016

PAPA FRANCISCO AUDIENCIA GENERAL Miércoles 24 de febrero de 2016 [Multimedia]

 Resultado de imagen para Papa Francisco 24/2/2016


Misericordia y poder 
Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis presentamos la historia de Nabot que nos muestra al poder y la autoridad que pierden su dimensión de servicio y de misericordia. El rey Ajab quiere comprar la viña de Nabot por conveniencia personal.


 Nabot se niega, porque para Israel la tierra es de Dios, prenda de su bendición, y se debe custodiar y trasmitir a la siguiente generación. Ajab se enfurece por no haber satisfecho su deseo.


 La reina Jezabel usará su poder para matar a Nabot y así quedarse con la viña.

Qué lejos está esto de la palabra de Jesús, que dice: «Quien quiera ser el primero… sea el servidor de todos» (Mc 9,35). Sin la dimensión del servicio, el poder se convierte en arrogancia y opresión. Si no hay justicia, misericordia y respeto a la vida, la autoridad se queda en mera codicia, que destruye a los demás en su afán de poseer. 


Pero la misericordia puede vencer el pecado. Dios envía a Elías para que amoneste al rey y se arrepienta. Con todo, el mal causado dejará una herida que tendrá consecuencias en la historia. Sólo Jesús puede sanar estas heridas y cambiar la historia, pues desde el trono de la cruz, el verdadero rey sale a nuestro encuentro, vence el pecado y la muerte, y nos da vida.


sábado, 20 de febrero de 2016

JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA


PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA JUBILAR
Sábado 20 de febrero de 2016


Queridos Hermanos y hermanas:
El Jubileo de la Misericordia es una oportunidad para profundizar en el misterio de la bondad y el amor de Dios. En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos invita a conocer cada vez más al Señor, y a vivir de manera coherente la fe con un estilo de vida que exprese la misericordia del Padre. Es un compromiso que asumimos para ofrecer a los demás el signo concreto de la cercanía de Dios.
Comprometerse es aceptar una responsabilidad con alguien, cumpliéndolo con una actitud de fidelidad, dedicación e interés; es tener buena voluntad y constancia para mejorar la vida.
Dios se ha comprometido con nosotros. Primero, al crear el mundo y conservarlo, no obstante nosotros nos esforzamos en destruirlo. Pero su compromiso más grande ha sido darnos a Jesús y, en él, se ha comprometido plenamente restituyendo esperanza a los pobres, a cuantos estaban privados de dignidad, a los extranjeros, a los enfermos, a los prisioneros, y a los pecadores, que acogía con bondad. A partir de este amor misericordioso, nosotros podemos y debemos corresponder a su amor llevando a los demás la misericordia de Dios, con un compromiso de vida que sea testimonio de nuestra fe en Cristo.
* * *
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, así como a los grupos venidos de España y Latinoamérica. Que este Jubileo pueda ayudarnos a experimentar el compromiso de Dios sobre cada uno de nosotros y, gracias a ello, transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos. Muchas gracias.

jueves, 18 de febrero de 2016

El Papa Francisco llegó a Roma


El Papa Francisco rinde homenaje a la Salus Populi Romani a su regreso del Viaje a México - AFP
18/02/2016 15:42
 
(RV).- El Santo Padre regresó este jueves a Roma de su 12º Viaje Apostólico Internacional a México llevado a cabo del 12 al 18 de febrero.
El vuelo papal B787 de la compañía AeroMéxico aterrizó en el aeropuerto de Roma Ciampino a las 14.57 hora local, después de doce horas de viaje desde Ciudad Juárez, última etapa de Francisco en México, y después de haber pasado también por Cuba el pasado 12 de febrero, para su encuentro con el Patriarca ruso Kirill. 
Como es habitual al finalizar cada uno de sus viajes apostólicos internacionales, el Papa Francisco se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor para agradecer a la Virgen María, ante el ícono mariano de la Salus Populi Romani, a quien rindió homenaje con un ramo de rosas de diversos colores, en signo de veneración. 
¡Bienvenido Santo Padre!
(GM - RV)
Diálogo con los periodistas en su regreso de México a Roma:
http://es.radiovaticana.va/news/2016/02/18/papa_francisco_rueda_de_prensa_vuelo_regreso_mexico_roma/1209723

miércoles, 17 de febrero de 2016

Papa Francisco en cárcel de Ciudad Juárez, México

 https://www.aciprensa.com/

 Antes de pronunciar su discurso, el Santo Padre dijo unas breves palabras 
cuando dejó un regalo en la capilla del reclusorio: una imagen de Cristo de
 Cristal:
Buenos días
Les agradezco su presencia aquí, les agradezco todo el bien que hacen aquí.
Mil maneras de hacer bien que no se ve, ustedes se van a encontrar con  mucha
 fragilidad. Por eso quise traer esta imagen de lo más frágil, el cristal es lo más
frágil, se rompe enseguida, Y Cristo en la cruz es la fragilidad más grande
de la humanidad. Sin embargo, con esa fragilidad nos salva, nos ayuda,
 nos hace andar adelante, nos abrió las puertas de la esperanza.
Deseo que cada uno de ustedes con la bendición de la Virgen y contemplando
 la fragilidad de Cristo que se hizo pecado, se hizo muerte para salvarnos,
 sepan sembrar semillas de esperanza y de resurrección.
Dios te salve María...
Los bendiga Dios Todopoderoso, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Nuestra
 Señora de Guadalupe (Ruega por nosotros), San Maximiliano Kolbe (Ruega por
 Nosotros). Y no se olviden de rezar por mí.

martes, 16 de febrero de 2016

«Gracias por mirarnos J’Tatic Francisco», le dijeron los indígenas al Papa en Chiapas

«Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón hermanos! , el mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes», el Papa a la Comunidad de Indígenas en Chiapas. - AFP
16/02/2016 21:00
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
 
“Qué bueno que llegaste”, “Bienvenido a casa amigo Francisco”, los chicos del aeropuerto de Chiapas no cantaban, gritaban, para que el Papa apenas descendido del avión y todavía lejos, los escuchara claro. Los vestidos y sombreros típicos de sus etnias, con instrumentos también de sus tradiciones, acompañando estas palabras en español, pero distintas de las frases comunes de recepción, nos hicieron sentir desde el primer momento que en Chiapas estábamos con gente de culturas distintas, que piensan y sienten distinto; con lenguas diversas, con otros usos y costumbres, otros símbolos y de comunidades diferentes en la misma tierra; un verdadero cosmos que representa de algún modo la diversidad y variedad del entero globo.
Al Papa lo llaman en la etnia Tzeltal: “Cuidador del Pueblo y la tierra en el mundo”, este es el significado de “J’Tatic Francisco”. El Papa les dijo: “Estoy con ustedes pueblo indígena”. Y Francisco habló ya muchas veces de la necesidad de dialogar con los que piensan y sienten distinto –eso no es un problema para Francisco- porque aunque se piense y se sienta distinto, podemos dialogar y aunque no sea en las ideas, ponernos de acuerdo para trabajar juntos por el bien de todos, especialmente por los que sufren más.
Y en este diálogo hay una palabra clave, la palabra: “perdón”, que también está en sus homilías y discursos. Porque esta gente de las tantas etnias de México, son humildes en el mejor sentido de la palabra, porque saben perdonar. Ellos tienen actitud de diálogo y no de revancha o venganza. Son misericordiosos. “Tenemos mucho que aprender de estas culturas”, ha dicho el Papa y también les ha perdido perdón en nombre de la Iglesia a todos los que respondieron a su visita participando de los encuentros y celebraciones, a los pobres, a los indígenas y sufrientes de México que expresan agradecidos: “Gracias porque viniste a vernos, gracias porque nos miras”. Siguiendo a Francisco en salida misionera, desde México, jesuita Guillermo Ortiz

lunes, 15 de febrero de 2016

El Papa en Tuxtla Gutiérrez: “que la Familia, no se pierda por la precariedad y la soledad”

(RV).- “Prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar. Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar a una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort”, lo dijo el Papa Francisco en su discurso en el Encuentro con las Familias celebrado en el Estadio «Víctor Manuel Reyna», de Tuxtla Gutiérrez en México.
En su discurso, el Santo Padre señaló que es necesario seguir confiando en Dios pata tener “motivos para seguir apostando, soñando y construyendo una vida que tenga sabor a hogar, a familia”. Porque su nombre es amor, su nombre es donación, su nombre es entrega, su nombre es misericordia. Porque Él es capaz, dijo el Papa, “de transformar nuestras miradas, nuestras actitudes, nuestros sentimientos muchas veces aguados en vino de fiesta”.
Respondiendo a las dificultades que las familias deben afrontar en nuestros días, el Obispo de Roma señaló que debemos luchar contra la precariedad y la soledad. Sobre todo contra la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento. Y para ello, se necesita “legislaciones que protejan y garanticen los mínimos necesarios para que cada hogar y para que cada persona pueda desarrollarse por medio del estudio y un trabajo digno. Por otro lado, transmitir el amor de Dios que habían experimentado en el servicio y en la entrega a los demás. Leyes y compromiso personal – dijo el Papa – son un buen binomio para romper la espiral de la precariedad”.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
Texto y audio completo del discurso del Papa Francisco a las Familias
 

domingo, 14 de febrero de 2016

El Papa en el Santuario de la Virgen de Guadalupe: “no estamos solos, ella va con nosotros”


sábado, 13 de febrero de 2016

ENCUENTRO CON LAS AUTORIDADES, LA SOCIEDAD CIVIL Y EL CUERPO DIPLOMÁTICO DISCURSO DEL SANTO PADRE Palacio Nacional, Ciudad de México Sábado 13 de febrero de 2016 [Multimedia]




Señor Presidente,
Miembros del Gobierno de la República,
Distinguidas Autoridades,
Representantes de la sociedad civil,
Hermanos en el Episcopado,
Señoras y señores.
Le agradezco, señor Presidente, las palabras de bienvenida que me ha dirigido. Es motivo de alegría poder pisar esta tierra mexicanas que ocupa un lugar especial en el corazón de las Américas. Hoy vengo como misionero de misericordia y paz pero también como hijo que quiere rendir homenaje a su madre, la Virgen de Guadalupe, y dejarse mirar por ella.


Buscando ser buen hijo, siguiendo las huellas de la madre, quiero, a su vez, rendirle homenaje a este pueblo y a esta tierra tan rica en culturas, historia y diversidad. En su persona, Señor Presidente, quiero saludar y abrazar al pueblo mexicano en sus múltiples expresiones y en las más diversas situaciones que le toca vivir. Gracias por recibirme hoy en su tierra.
México es un gran País. Bendecido con abundantes recursos naturales y una enorme biodiversidad que se extiende a lo largo de todo su vasto territorio.


 Su privilegiada ubicación geográfica lo convierte en un referente de América; y sus culturas indígenas, mestizas y criollas, le dan una identidad propia que le posibilita una riqueza cultural no siempre fácil de encontrar y especialmente valorar. La sabiduría ancestral que porta su multiculturalidad es, por lejos, uno de sus mayores recursos biográficos. Una identidad que fue aprendiendo a gestarse en la diversidad y, sin lugar a dudas, constituye un patrimonio rico a valorar, estimular y cuidar.


Pienso, y me animo a decir, que la principal riqueza de México hoy tiene rostro joven; sí, son sus jóvenes. Un poco más de la mitad de la población está en edad juvenil. Esto permite pensar y proyectar un futuro, un mañana, da esperanza y proyección. Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse; es una invitación a alzar con ilusión la mirada hacia el futuro y, a su vez, nos desafía positivamente en el presente. Esta realidad nos lleva inevitablemente a reflexionar sobre la propia responsabilidad a la hora de construir el México que queremos, el México que deseamos legar a las generaciones venideras. También a darnos cuenta de que un futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común, este «bien común» que en este siglo XXI no goza de buen mercado.


 La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo.
El pueblo mexicano afianza su esperanza en la identidad que ha sido forjada en duros y difíciles momentos de su historia por grandes testimonios de ciudadanos que han comprendido que, para poder superar las situaciones nacidas de la cerrazón del individualismo, era necesario el acuerdo de las Instituciones políticas, sociales y de mercado, y de todos los hombres y mujeres que se comprometen en la búsqueda del bien común y en la promoción de la dignidad de la persona.


Una cultura ancestral y un capital humano esperanzador, como el vuestro, tiene que ser la fuente de estímulo para que encontremos nuevas formas de diálogo, de negociación, de puentes capaces de guiarnos por la senda del compromiso solidario. Un compromiso en el que todos, comenzando por los que nos llamamos cristianos, nos entreguemos a la construcción de «una política auténticamente humana» (Gaudium et spes, 73) y una sociedad en la que nadie se sienta víctima de la cultura del descarte.


A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz.
Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras —siempre necesarias—, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales.


Le aseguro señor Presidente que, en este esfuerzo, el Gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la Iglesia católica, que ha acompañado la vida de esta Nación y que renueva su compromiso y voluntad de servicio a la gran causa del hombre: la edificación de la civilización del amor.
Me dispongo a recorrer este hermoso y gran País como misionero y peregrino que quiere renovar con ustedes la experiencia de la misericordia como un nuevo horizonte de posibilidad que es inevitablemente portador de justicia y de paz.


Y me pongo bajo la mirada de María, la Virgen de Guadalupe -le pido que me mire- para que, por su intercesión, el Padre misericordioso nos conceda que estas jornadas y el futuro de esta tierra sean una oportunidad de encuentro, de comunión y de paz.

Muchas gracias.

viernes, 12 de febrero de 2016

Un milenio después de escisión, el Papa y el Patriarca ruso se abrazan en Cuba




Un milenio después de escisión, el Papa y el Patriarca ruso se abrazan en Cuba

Por Daniel Trotta y Nelson Acosta
LA HABANA (Reuters) - El Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo ruso se abrazaron y besaron el viernes, en un histórico encuentro casi 1.000 años después de la separación de las ramas oriental y occidental del cristianismo.
"Finalmente", dijo el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana al Patriarca Kirill mientras entraban por distintas puertas en un salón del aeropuerto de La Habana para sostener un diálogo privado. "Somos hermanos", agregó.
Ambos líderes religiosos, huéspedes de un Gobierno comunista, están interesados en poner fin a las profundas diferencias de más de un milenio entre sus iglesias y en unirse en un llamado a que acabe la persecución y matanza de cristianos en Oriente Medio.
Las expectativas también rondaban en que en el encuentro hablen de las disputas territoriales entre las dos iglesias después de la caída de la Unión Soviética, así como sobre los desacuerdos entre Rusia y Occidente respecto a Siria y Ucrania.
"Está muy claro que ésta es la voluntad de Dios", dijo el Papa.
El patriarca Kirill añadió: "Sí, las cosas son mucho más fáciles ahora".
Ambos hablaron con la ayuda de intérpretes y estuvieron acompañados de sus principales colaboradores en la búsqueda de la unidad de los cristianos, el Cardenal Kurt Koch y el Metropolitano ruso Hilarión.

(Reporte adicional de Philip Pullella. Editado en español por Patricio Abusleme y Silene Ramírez)

miércoles, 10 de febrero de 2016

AUDIENCIA GENERAL Miércoles 10 de febrero de 2016 [Multimedia]


Queridos hermanos:
Reflexionamos hoy sobre el sentido bíblico del Jubileo. Cada 50 años, en el día de la expiación, tenía lugar un gran evento de liberación. Consistía en una especie de indulto general por el que se cancelaban las deudas y se restituía la tierra a sus propietarios. La idea central es que la tierra pertenece a Dios y ha sido confiada a los hombres como administradores. El jubileo bíblico era un verdadero jubileo de la misericordia, que tenía la función de ayudar al pueblo a vivir una fraternidad concreta buscando, a través de la ayuda recíproca, el bien del hermano necesitado. Otras instituciones, como el pago del diezmo y las primicias, así como la prohibición de dar préstamos con intereses desproporcionados (los usureros), estaban también destinadas a favorecer a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. El mensaje del jubileo bíblico nos invita a construir una tierra y una sociedad basada en la solidaridad, en el compartir y en la repartición justa de los recursos.

Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Al comenzar hoy el tiempo de cuaresma, pidámosle al Señor que nos ayude a prepararnos para la Pascua abriendo nuestros corazones a su misericordia, para que también nosotros sepamos vivirla en nuestra vida diaria, con las personas que nos rodean. Muchas gracias.

Así envió el Papa Francisco a los sacerdotes Misioneros de la Misericordia

80
80
Misioneros de la Misericordia procesionan hacia San Pedro. Foto: Alexey Gotovskiy / ACIPrensa
Misioneros de la Misericordia procesionan hacia San Pedro. Foto: Alexey Gotovskiy / ACIPrensa
VATICANO, 10 Feb. 16 / 12:58 pm (ACI).- Al concluir la Misa que presidió esta tarde en la Basílica de San Pedro por Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco envió a los Misioneros de la Misericordia que durante este Año Jubilar podrán absolver los pecados reservados a la Sede Apostólica.