miércoles, 30 de septiembre de 2015

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO MIÉRCOLES 3O / 9 / 2015.


w2.vatican.va
Queridos hermanos y hermanas:
Deseo compartir con ustedes el grato recuerdo de mi reciente viaje a Cuba y a los Estados Unidos de América, que culminó con el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia.
Llegué a Cuba como «Misionero de la Misericordia», y allí he experimentado la esperanza y la unidad de un pueblo que más allá de toda división y bajo la maternal mirada de la Virgen del Cobre, toma fuerza de sus raíces cristianas y afronta el futuro con un espíritu de servicio y responsabilidad. De allí pasé a los Estados Unidos de América, un paso que ha sido emblemático, gracias a Dios un puente se está reconstruyendo. En aquel País, he podido apreciar su gran patrimonio espiritual y ético, sobre el principio de que todos los hombres son iguales y dotados de derechos inalienables como la vida y la libertad. Estos principios son universales y encuentran en el Evangelio su máximo cumplimiento. Y estaban presentes en los trabajos de Evangelización que por aquellas tierras realizó el ahora santo Junípero Serra. En la Sede de las Naciones Unidas he querido renovar el apoyo de la Iglesia católica a esa institución en la promoción de la paz, recordando también la importancia de frenar y prevenir toda clase de violencia contra las minorías étnicas y religiosas y contra la población civil. El viaje ha culminado con el Encuentro de las Familias, que le ha dado una dimensión universal, pues la alianza entre el hombre y la mujer es la respuesta a los desafíos del mundo actual, siendo a su vez modelo de la gestión sostenible de la creación, sobre los principios de comunión y fecundidad con que fue querida e instituida por Dios.

Saludos
Saludo a los peregrinos de lengua española, en especial a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Encomendamos a Dios los frutos de este viaje, y que el ejemplo de san Junípero Serra, nos haga a todos auténticos evangelizadores, que vayan por el mundo compartiendo con todos el amor de Cristo. Muchas gracias.

domingo, 27 de septiembre de 2015

MISA DE DESPEDIDA




El papa Francisco revolucionó Estados Unidos. Además de las millones de personas que inundaron las calles de Washington, Nueva York y Filadelfia, una muestra de la marca que dejó el Sumo Pontífice fue la extensa cobertura que le dieron los medios locales a la gira papal.
Cierra su visita a Estados Unidos del modo más apropiado: con una misa multitudinaria en el mayor bulevar de Filadelfia.

Enviado por Aneris Zapp:

sábado, 26 de septiembre de 2015

EL PAPA FRANCISCO EN PENSILVANIA



  Diario La Nación.

El papa Francisco brindó una Santa Misa en la Catedral de San Pedro y San Pablo de la ciudad de de su gira por EE.UU. De la ceremonia participaron obispos y representantes religiosos de Pensilvania.
"Sabemos que el futuro de la Iglesia en una sociedad que cambia rápidamente, reclama desde ahora una participación de los laicos mucho más activa," le dijo el Papa a los obispos presentes.
"Esto no significa renunciar a la autoridad espiritual que se nos confió, sino discernir y emplear sabiamente los múltiples dones que el espíritu derrama sobre la iglesia," agregó.
El Papa llamó a "comunicar la alegría del Evangelio a los jóvenes", citando el caso de Santa Catalina Drexel, quien "entendió que al final todo cristiano hombre o mujer en virtud del bautismo ha recibido una misión".

jueves, 24 de septiembre de 2015

EL PAPA FRANCISCO ANTE EL CONGRESO DE EEUU



 EFE (REUTERS_LIVE!)
(FRAGMENTOS ELEGIDOS POR ESTE BLOG) 
El mensaje  que el papa Francisco dirigió al Congreso de los Estados Unidos puede resumirse en una de sus frases: “Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes”
.

Jorge Mario Bergoglio, que se presentó como “hijo de este gran continente”, repasó ante los congresistas todos los asuntos –cambio climático, redistribución de la riqueza, regulación de la inmigración, política exterior multilateral— 


 El Papa pidió que la respuesta hacia la llegada de inmigrantes sea “humana, justa y fraterna”, y abogó por la abolición de la pena de muerte.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL PAPA EN ESTADOS UNIDOS



WASHINGTON D.C., 23 Sep. 15 / 08:58 am (ACI).- El discurso  del Papa Francisco que pronunció en la ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca. (FRAGMENTOS EXTRAÍDOS POR ESTE BLOG)
Buenos días
Señor Presidente:
Le agradezco mucho la bienvenida que me ha dispensado en nombre de todos los ciudadanos estadounidenses. Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias.


 En estos días de encuentro y de diálogo, me gustaría escuchar y compartir muchas de las esperanzas y sueños del pueblo norteamericano.
Durante mi visita, voy a tener el honor de dirigirme al Congreso, donde espero, como un hermano de este País, transmitir palabras de aliento a los encargados de dirigir el futuro político de la Nación en fidelidad a sus principios fundacionales. También iré a Filadelfia con ocasión del Octavo Encuentro Mundial de las Familias, para celebrar y apoyar a la institución del matrimonio y de la familia en este momento crítico de la historia de nuestra civilización.

Señor Presidente, los católicos estadounidenses, junto con sus conciudadanos, están comprometidos con la construcción de una sociedad verdaderamente tolerante e incluyente, en la que se salvaguarden los derechos de las personas y las comunidades, y se rechace toda forma de discriminación injusta. 
Nuestra casa común ha formado parte de este grupo de excluidos, que clama al cielo y afecta fuertemente a nuestros hogares, nuestras ciudades y nuestras sociedades.


Usando una frase significativa del reverendo Martin Luther King, podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo.
Nosotros sabemos que la fe nos dice que «el Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado.
Señor Presidente, una vez más, le agradezco su acogida, y tengo puestas grandes esperanzas en estos días en su País. ¡Que Dios bendiga a América!