Audiencia general del 2 de septiembre de 2015
Fragmentos elegidos por este blog
Un solo hombre y una sola mujer, capaces de arriesgar y de sacrificarse por un hijo de otros, y no solo por el propio, nos explican cosas del amor que muchos científicos no comprenden más. Piensen en el desarrollo de este testimonio, hoy. Imaginemos que el timón de la historia (de la sociedad, de la economía, de la política) sea entregado --¡por fin!-- a la alianza del hombre y de la mujer, para que lo gobiernen con la mirada dirigida a la generación que viene.
Los temas de la tierra y de la casa, de la economía y del trabajo, ¡tocarían una música muy diferente!La comunión de los carismas --los donados al Sacramento del matrimonio y los concedidos a la consagración para el Reino de Dios-- está destinada a transformar la Iglesia en un lugar plenamente familiar para el encuentro con Dios.
Vamos hacia adelante en este camino, no perdamos la esperanza, donde hay una familia con amor, esa familia es capaz de calentar el corazón de toda una ciudad, con su testimonio de amor.
Recen por mí, recemos los unos por los otros, para que seamos capaces de reconocer y de sostener las visitas de Dios. ¡El Espíritu traerá el alegre desorden en las familias cristianas, y la ciudad del hombre saldrá de la depresión! Gracias.
(Texto traducido y transcrito del audio por ZENIT)
No hay comentarios:
Publicar un comentario