lunes, 27 de junio de 2016

Su Santidad Francisco y Su Santidad Karekin II firman la Declaración conjunta en la Santa Etchmiadzin, República de Armenia - OSS_ROM 27/06/2016 14:22






27/06/2016 14:22
Como cristianos impulsar ecumenismo,  paz y justicia en el mundo

(RV).- «Hoy, en la Santa Etchmiadzin, centro espiritual de todos los armenios, nosotros, Papa Francisco y el Catholicós de todos los Armenios Karekin II, elevamos nuestras mentes y nuestros corazones en acción de gracias al Todopoderoso por la continua y creciente cercanía en la fe y el amor entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica, en su testimonio común del mensaje del Evangelio de la salvación, en un mundo desgarrado por la guerra y deseoso de consuelo y esperanza. Así empieza la Declaración Conjunta que firmaron ambos, culminado el viaje apostólico del Obispo de Roma.


 
Entre los temas destacados: el ecumenismo de la sangre; la paz y justicia que millones de personas en el mundo; el inaceptable fundamentalismo que justifica el odio. Paz también para Nagorno-Karabaj, abrir el corazón  y solidaridad activa para con las víctimas de guerras, del terrorismo, los refugiados y sus familias.
Recordando con «inmensa tristeza», la «inmensa tragedia en Oriente Medio y en otras partes del mundo», con un gran número de víctimas inocentes, asesinadas, desplazadas o forzadas al exilio, debido a conflicto por motivos étnicos, económicos, políticos y religiosos, el documento, señala que «los mártires pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento es un "ecumenismo de la sangre" que trasciende las divisiones históricas entre los cristianos, y que nos llama a promover la unidad visible de los discípulos de Cristo»


 
Imploran a «los responsables de las naciones que escuchen la súplica de millones de seres humanos que desean la paz y la justicia en el mundo, que exigen respeto a sus derechos dados por Dios, que tienen urgente necesidad de pan, no de armas. Por desgracia, también asistimos a una presentación de la religión y de los valores religiosos en modo fundamentalista, que se utiliza para justificar la propagación del odio, la discriminación y la violencia. La justificación de este tipo de crímenes sirviéndose de motivaciones religiosas es inaceptable, porque "Dios no es autor de confusión, sino de paz" (I Corintios 14,33)».
«Precisamente porque somos cristianos, estamos llamados a buscar y a promover caminos hacia la reconciliación y la paz; y en este sentido, manifestamos también nuestra esperanza en una solución pacífica de los problemas que afectan a Nagorno-Karabaj».


 
Tras señalar que «la secularización de amplios sectores de la sociedad, su alienación de lo espiritual y de lo divino, conducen inevitablemente a una visión desacralizada y materialista del hombre y de la familia humana» el Papa Francisco y Karekin II escriben: «en este sentido, nos preocupa la crisis de la familia en muchos países. La Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica comparten la misma visión sobre la familia, fundada en el matrimonio, acto de amor gratuito y fiel entre un hombre y una mujer».


 
Ambos asimismo, con alegría confirman «que, a pesar de las continuas divisiones entre los cristianos, reconocemos con más claridad que lo que nos une es mucho más de lo que nos divide. Éste es el sólido fundamento sobre el que la unidad de la Iglesia de Cristo se manifestará, según las palabras del Señor, "que todos sean uno” (Jn 17,21)».
(CdM – RV)

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