“La pandemia ha dejado al
descubierto la difícil situación de los pobres y la gran desigualdad que reina
en el mundo”, evidenció Papa Francisco en la Audiencia general de este miércoles
19 de agosto.
Continuando con las catequesis semanales sobre cómo sanar el mundo
después de la crisis sanitaria, el Papa destacó que “el virus, si bien no hace
excepciones entre las personas, ha encontrado, en su camino devastador, grandes
desigualdades y discriminación. ¡Y las ha incrementado!”
El Santo Padre reconoce que la
respuesta a la pandemia debe ser doble. Por un lado, “es indispensable encontrar
la cura para un virus pequeño pero terrible, que pone de rodillas a todo el
mundo.” Por el otro, continua el Pontífice, “tenemos que curar un gran virus, el
de la injusticia social, de la desigualdad de oportunidades, de la marginación y
de la falta de protección de los más débiles”.
Citando la Exhortación Apostólica
Evangelii Gaudium, Francisco afirma que “en esta doble respuesta de sanación,
hay una elección que, según el Evangelio, no puede faltar: la opción
preferencial por los pobres”. Y recordó: “esto no es una opción política;
tampoco es una opción ideológica, una opción de partido... No. La opción
preferencial por los pobres está en el corazón del Evangelio”.
Cristo se ha
hecho pobre El Santo Padre, recuerda que “Cristo mismo, que es Dios, se ha
despojado a sí mismo, haciéndose igual a los hombres; y no ha elegido una vida
de privilegio, sino la condición de siervo. Nació en una familia humilde y
trabajó como artesano”. Al mismo tiempo, “al principio de su predicación,
anunció que en el Reino de Dios los pobres son bienaventurados. Estaba en medio
de los enfermos, los pobres y los excluidos, mostrándoles el amor misericordioso
de Dios”.
Fuertes en la tribulación: libro descargable con palabras del Papa
22/04/2020 Ya
está disponible, y de forma gratuita en la página Web de la Librería Editora
Vaticana, el libro que puede descargarse a través del enlace de nuestro
artículo. La iniciativa ... Un criterio-clave de autenticidad cristiana “Los
seguidores de Jesús se reconocen por su cercanía a los pobres, a los pequeños, a
los enfermos y a los presos, a los excluidos y a los olvidados, a quien está
privado de alimento y ropa” destacó el Pontífice.
Recordando lo expresado por
San Juan Pablo II, subraya también que “este es un criterio-clave de
autenticidad cristiana”, “no siendo una tarea para pocos” sino la misión de toda
la Iglesia. “La fe, la esperanza y el amor necesariamente nos empujan hacia esta
preferencia por los más necesitados, que va más allá de la pura necesaria
asistencia. Implica de hecho el caminar juntos, el dejarse evangelizar por
ellos, que conocen bien al Cristo sufriente, el dejarse “contagiar” por su
experiencia de la salvación, de su sabiduría y creatividad.
Compartir con los
pobres significa enriquecerse mutuamente. Y, si hay estructuras sociales
enfermas que les impiden soñar por el futuro, tenemos que trabajar juntos para
sanarlas, para cambiarlas.”
Audiencia general del 19 de agosto Audiencia general
del 19 de agosto Una ocasión para construir algo diferente Francisco reconoce la
preocupación de todos por las consecuencias de la pandemia y el deseo de muchos
de volver a la normalidad y retomar las actividades económicas. Sin embargo,
“esta ‘normalidad’ no debería comprender las injusticias sociales y el degrado
del ambiente”, sino que “hoy tenemos una ocasión para construir algo diferente”.
Afirma el Santo Padre que "la pandemia es una crisis y de una crisis no salimos
igual: o salimos mejor o salimos peor. Deberíamos salir mejor, para mejorar la
injusticia social y la degradación del medio ambiente." Una economia donde el
hombre esté al centro En relación a la economía, expresó que se puede “hacer
crecer una economía de desarrollo integral de los pobres y no de
asistencialismo”, que “no recurra a remedios que en realidad envenenan la
sociedad, como los rendimientos disociados de la creación de puestos de trabajo
dignos”. “La opción preferencial por los pobres –continua el Pontífice-, esta
exigencia ético-social que proviene del amor de Dios, nos da el impulso a pensar
y a diseñar una economía donde las personas, y sobre todo los más pobres, estén
en el centro.”
Francisco, en un libro las reflexiones sobre la vida después de
la pandemia 13/05/2020 publicado por la Librería Editora Vaticana
recoge ocho intervenciones del Papa en los primeros meses del año marcados la
pandemia de coronavirus.
Finalmente, Papa Francisco
expresa que sería une escándalo “si toda la asistencia económica que estamos
viendo – la mayor parte con dinero público – se concentrase en rescatar
industrias que no contribuyen a la inclusión de los excluidos, a la promoción de
los últimos, al bien común o al cuidado de la creación”. “¡Sería triste si en la
vacuna del Covid-19 se diera prioridad a los más ricos! ” se lamentó el Santo
Padre. Con el ejemplo de Jesús Para concluir, el Santo Padre recordó que “con el
ejemplo de Jesús, el médico del amor divino integral, es decir de la sanación
física, social y espiritual, tenemos que actuar ahora, para sanar las epidemias
provocadas por pequeños virus invisibles, y para sanar esas provocadas por las
grandes y visibles injusticias sociales”. De este modo, propone que esto se haga
a partir del amor de Dios, poniendo las periferias en el centro y a los últimos
en primer lugar, ya que a partir de este amor, anclado en la esperanza y fundado
en la fe, un mundo más sano será posible
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